Celulares


Por fin se reunieron con el Presidente las empresas de telefoní­a celular. El objetivo, no volver a activar teléfonos robados y desactivar los que según datos disponibles estén actualmente activos.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

Usuarios de estos aparatos abundan, unos legalmente adquiridos, otros fruto del robo cometido a diario por delincuentes de toda laya. Vendidos los mismos a precio de ganga, pero lamentablemente lograban su reactivación inmediata.

Afirmaban que problemas tecnológicos impedí­an a las empresas en mención no activar los aparatos robados. Ahora las cosas cambiaron de forma sencilla y práctica, gracias a la garantí­a dada por el Gobierno, que podrán tener los ingresos previos.

Durante muchos años los ladrones despojaban del celular a sus dueños, en acciones peliculescas, y por demás alarmantes. Incluso, a costa de la propia vida, en las calles y autobuses fueron cometidos crí­menes abyectos con ese propósito funesto.

Si todo marcha sobre ruedas, los delincuentes ya no estarán interesados en robar más celulares; tampoco habrá quien esté dispuesto a comprarlos, si carecen de constancia legal de propiedad en mano los oferentes.

Llevó mucho tiempo la búsqueda de una solución de esta problemática grave y dañina, que afectó sobremanera a la sociedad en general. Pese a los clamores, quejas y en fin incontables denuncias en nuestro paí­s agobiado de dificultades de toda í­ndole, nada de nada. Hasta ahora se vislumbran otros derroteros.

Consideradas así­ las cosas, no con frialdad, sino con los pies sobre la tierra firme; además con esperanzas que funcionen bien, cesarán a no dudar los crí­menes por el robo de teléfonos celulares. El fatí­dico negocio llegó a su término. «Ojalá sea verdad tanta belleza».