Celulares: vital cambio de sistema


pedro-pablo-marroquin

Hoy se publica una segunda entrega respecto al tema de los celulares, y en el mencionado trabajo se logra evidenciar y concluir que el sistema actual de la Base de Teléfonos Robados (BDTR) es inútil porque aún y cuando se cumple con el bloqueo, como ocurrió con el celular de Tigo, con un simple flasheo de Q70 el teléfono vuelve a ser parte de la red.

Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt


No se puede negar que el flasheo viene a hacer todo este tema muy complejo, y es ahí donde la tecnología nos dispara un tiro por la culata, porque en lugar que sea utilizada para bien, siempre existen mentes perversas que se dedican a convertir las bondades que ésta ofrece en pesadillas para miles de ciudadanos del mundo.

Dada la complejidad del problema se requiere más de todos los guatemaltecos. Se requiere más voluntad de las empresas para que a través de la creación de un registro, cuyas características deben revisarse para hacerlo lo más efectivo posible, se pueda generar un primer filtro de complicación a los delincuentes. Se requiere más de las autoridades para que puedan dedicar una fuerza de tarea como le llaman ahora, a capturar  a los flasheadores.

Se necesita que nuestras instituciones del sector justicia puedan aportar pruebas sólidas que permitan a los juzgadores valorarlas de tal manera que sean suficientes para encarcelar a los flasheadores, que son parte del crimen organizado que campea en el país. Pero sobre todo se necesita de una sociedad que con determinación esté dispuesta a decir “ya basta” dejando de comprar aparatos robados, denunciando el robo y siendo un vigilante y fiscalizador para que se cumplan las leyes.

Ayer durante una visita de la gremial de operadores de telefonía móvil, algo quedó claro, y es que se comparte la idea de que es necesario un registro blanco, en el cual consten como mínimo los aparatos cuyos IMEI puedan ser activados sí y solo sí, aparecen “de alta” dentro de la red.

Pero decía yo que a mi juicio es vital poder realizar trabajos a conciencia como abogados del diablo, respecto a la o las formas más efectivas en que ese registro pueda ser implementado, porque de nada sirve tener un registro que termine siendo inoperante como ahora sucede con la BDTR.

El debate requiere de mucha madurez y los involucrados, sociedad incluida, debemos recordar que no hay mejor muestra de nuestro deseo para cambiar las cosas que la voluntad. De nada sirve que los miembros de la sociedad nos llenemos la boca con que estamos cansados del robo, si no denunciamos y no condenamos la compras ilícitas.

Lo mismo operará para las telefónicas de cara a lo que viene, porque a pesar que ayer ya Claro algo admitió de un error, no pueden pretender que la población confíe si en lugar de reconocer que como humanos tuvieron una deficiencia, le echan la culpa a un ciudadano que se limitó  a hacer lo que le dijeron en sus agencias.

Derivado de nuestra cultura de `hecha la ley, hecha la trampa´, es que creo conveniente estar conscientes que la solución que procuremos ofrezca los mayores niveles de efectividad y confiabilidad para que las medidas sí contribuyan a disminuir un flagelo delicado.

El hecho que la gremial haya reconocido que sí es necesario un registro blanco, ya es un primer paso importante que ahora nos permite centrarnos en qué deberá contener ese registro, quién y cómo se alimentará, así como quienes tendrán acceso a él y las sanciones para quienes incumplan con su correcta alimentación, aplicación o peor aún, filtren o comercialicen el mismo.

De todos dependerá que alcancemos, con madurez y con la mano en la conciencia, la que estimemos como la mejor solución al problema.