LeBron James sufrió bastantes decepciones en Boston, cuando jugaba con los Cavaliers de Cleveland.
Luego se unió a las filas de Miami, y la situación ha empeorado.
Miami ha perdido siete de ocho encuentros en la cancha de Boston desde que James llegó para formar un equipo multiestelar, inspirado en el trío de grandes jugadores de los Celtics que ganaron el 17mo título de la NBA para la franquicia.
El Heat necesitará ganar aquí en el sexto partido de la final de la Conferencia del Este, el jueves por la noche, para evitar una cuarta derrota consecutiva ante los Celtics, un quinto revés en fila en Boston y un segundo año al hilo de promesas incumplidas por parte del trío formado por James, Dwyane Wade y Chris Bosh.
«Planeamos ganar el partido. Tenemos que ganar. Eso es todo lo que tenemos que hacer», dijo Wade ayer, antes de que el Heat abordara el avión para volver a Boston. «No escucharé el ruido, ni mis compañeros. Sólo nos concentraremos en ganar».
Fue en Boston donde James se despidió de los Cavaliers, arrancándose la camiseta cuando abandonaba la cancha después del sexto partido de la semifinal de la Conferencia del Este en 2010. Los Celtics estropearon la mejor oportunidad que había tenido el dos veces nombrado Jugador Más Valioso de la NBA para ganar un título con el equipo de la ciudad donde creció.
Pero Miami ha pasado incluso peores predicamentos en Boston, al cosechar sólo un triunfo desde que Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen unieron fuerzas. Los Celtics eliminaron al Heat en la primera ronda de los playoffs de 2010, una serie antes de liquidar a los Cavs de James. El Heat eliminó a los Celtics de los playoffs el año pasado, pero necesitó sólo una victoria en Boston.
En total, Miami ha perdido 15 de sus últimos 16 partidos de la temporada regular en la casa de los Celtics.
«¿Por qué pensaría uno en esto? ¿Por qué les interesa a ustedes? ¿Va a cambiar algo esto? No», dijo Wade. «Tenemos que ir y tratar de jugar bien. Cada partido es diferente. No puedes decir, ‘bueno, estamos abajo por un punto y hemos perdido 15 de 16 partidos aquí, así que no vamos a ganar».
«No funciona así».
Miami finalizó siete partidos arriba de los Celtics en la temporada regular, abreviada por el cierre patronal, para lograr la ventaja de local. La dilapidó el martes por la noche, cuando Boston se impuso por 94-90 en el quinto partido.
Eso significa que los Celtics sólo tienen que ganar de locales el jueves para avanzar a la final de la NBA por tercera vez en cinco años.