Desde ayer, Livingston, Izabal, está vestido de fiesta, ya que se prepara para conmemorar el Día Nacional del Garífuna, que se celebra el 26 de noviembre, a través de la Organización Negra Guatemalteca (ONEGUA).
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Hace más de 200 años, cuando los ancestros garinagú arribaron a tierras centroamericanas, y particularmente a Guatemala, procedentes de las Islas de San Vicente, venían de librar una guerra contra los ingleses. El afán de dominación económica y política originó abusos, intolerancia, racismo y coronó esas épocas con la esclavitud y el genocidio de negros africanos y pueblos originarios de América.
Desde el tiempo de la esclavitud hasta nuestros días, los escenarios y las manifestaciones de la exclusión cambian constantemente; sin embargo, los resultados son los mismos: exterminio, enfermedad, marginación, pobreza, migración forzada, y consecuencias nefastas para toda la población; porque la exclusión de los pueblos indígenas no sólo afecta a los discriminados, sino a todo un Estado.
Los ancestros garinagú legaron la cultura, la lengua y las tradiciones, el sistema productivo y alimentario, la alegría y la música; es por ello que el pueblo garífuna se dispone a celebrar ese legado, en el convencimiento de que deben propiciar e impulsar el desarrollo del país, desde el resguardo y la consolidación de su diversidad.
En conmemoración del Día Nacional del Garífuna, se llevarán a cabo diversas actividades de carácter académico y celebrativo, coordinadas por El Ministerio de Cultura y Deportes, en estrecha colaboración con ONEGUA.
ACTIVIDADES
Las actividades iniciaron desde ayer, con el desfile y la velada artística de la Asociación de Mujeres Artesanas de Livingston. Hoy da inicio el Seminario Garífuna en el Centro Cultural de Livingston, actividad que culmina mañana.
Asimismo, mañana se inaugura el Encuentro Nacional De Centros Culturales, evento de particular relevancia para el desarrollo de la interculturalidad y la implementación de políticas de inclusión dentro del Estado. Durante este encuentro se reunirán representantes de centros culturales de toda la república, así como asociaciones e instituciones nacionales e internacionales que se ocupan de la cultura en Guatemala.
Se realizará una feria cultural en la cual cada uno de los centros e instituciones participantes expone sus productos en puestos en el Centro Cultural Garífuna.
Se contempla la realización de diversas actividades académicas, en torno al tema «desarrollo social y pertinencia cultural», en las cuales participaran alcaldes de diversas regiones, académicos y altas autoridades.
En el ámbito artístico, merece especial mención la extraordinaria presencia de la compañía de Tambor de Crioula, proveniente de San Luis, capital del Estado de Marañón en Brasil. í‰sta es una expresión musical y dancística de la comunidad negra brasileña característica de la región del Marañón que ha sido declarada «Patrimonio Inmaterial de Brasil».
El lunes 26 de noviembre en la madrugada, las actividades culminan con la representación ritual de la llegada de los garinagú al territorio guatemalteco: «el Yurumein».
Por último, el próximo miércoles 28 de noviembre, se llevará a cabo en el Palacio Nacional de la Cultura, una actividad conmemorativa y un seminario taller, para concluir las celebraciones del Día Nacional del Garífuna.
APOYOS
Las actividades organizadas con motivo del Día Nacional del Garífuna son coordinadas por el Ministerio de Cultura y Deportes y ONEGUA, en estrecha colaboración con FODIGUA y CODISRA, además se ha contado con el apoyo de la Secretaria de Cultura del Estado de Marañón, Brasil, y de la UNESCO, quienes actualmente desarrollan el Programa Regional para la Salvaguardia de la Lengua, la Música y la Danza Garífuna, expresiones ya declaradas «Obra Maestra del Patrimonio Intangible de la Humanidad» por dicha institución.
Como pueblo queremos continuar aportando al desarrollo y engrandecimiento de nuestro país, tal como nuestros ancestros lo hicieron al dar vida a la Costa Atlántica, con su participación en la construcción de los muelles de Puerto Barrios y Santo Tomás de Castilla, la fundación de Livingston, su trabajo en las empresas bananeras y madereras y ahora con las remesas de muchos hermanos y hermanas que han tenido que afrontar la migración recurrente, esperando que nuestros aportes sean recompensados con el impulso de programas, proyectos y acciones que beneficien a nuestro pueblo y a toda la población indígena guatemalteca sin exclusión de ninguna clase.
Los tambores vuelven a sonar para reafirmar nuestra identidad, nuestra cosmovisión, nuestros valores, nuestros principios y en este momento histórico nuestro derecho a la participación.