Más de 2 mil estudiantes de 28 establecimientos educativos de Cobán participaron en el II Festival de Lectura que se realizó en las instalaciones de la Escuela “Salvador de Oliva”, organizado por docentes y alumnos de la carrera de Mercadotecnia del colegio Tecnológico, con motivo del Día Internacional del Libro y para fomentar de una manera divertida el hábito de la lectura.
Daniel Ramírez, maestro del Tecnológico, dijo que los alumnos fueron capacitados para promover el hábito de lectura de los estudiantes y que logren interpretar la totalidad de los textos; se contó con 23 stands, con títeres, cuenta cuentos, lectura dirigida, lectura oral, camino a la felicidad, globo terapia, pinta caritas y un salón donde las autoridades compartieron una fábula con los estudiantes.
El organizador del segundo festival de lectura informó que la actividad se llevó a cabo con el apoyo del programa nacional de lectura “Leamos juntos”, coordinado por el Ministerio de Educación; a cada alumnos se le entregó un ejemplar del libro “camino a la felicidad”, donado por la familia Marroquín Rodas de Quetzaltenango, que proporcionó 2 mil ejemplares.
Por aparte los estudiantes realizaron una feria del libro denominada “Bazar del libro con sentido”, actividad que permitió recaudar más de 5 mil quetzales que fueron entregados a la filial de los no videntes de Cobán.
Asimismo se efectuó el segundo certamen de cuentos en español y en Q’eqchi, con la participación de alumnos de tercero básico; en esta categoría arrasó el Instituto Nacional de Educación Básica de San José la Colonia; jóvenes de ese establecimiento se llevaron los tres primeros lugares en Q’eqchi, así como el primero y tercer lugar en Español; los ganadores recibieron 500 quetzales para el primer lugar; 200 para el segundo y 100 para el tercero.
Ramírez manifestó que las prácticas son de beneficio para mejorar la educación del país, utilizando otras estrategias pedagógicas donde el niño puede usar su imaginación al leer un cuento, una fábula o una historia, aspecto que mejorara su habilidad, comprensión y la dinámica; lo que se pretende es que los pequeños lean, no como castigo, sino como un momento de solaz y esparcimiento.