Con el olor de los molletes, música de mariachis y el olor a flor de muerto, desde el día de hoy comenzaron buena parte de guatemaltecos a visitar a sus seres queridos que ya gozan del descanso eterno.
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Desde muy tempranas horas de hoy se podía observar a comerciantes que empezaron a instalarse en los alrededores del Cementerio General, ubicado en la zona 3 capitalina; ante esto, la Policía Municipal de Tránsito cerró la Avenida del Cementerio, desde la 17 hasta la 23 calle y hasta la 3ª. avenida, para resguardar la tranquilidad de los visitantes.
Los ciudadanos comenzaron a llegar con ramos de flores en sus manos, ropa de color oscuro, fotografías de sus seres queridos y en ocasiones acompañados de mariachis, para cantarle al difunto la canción que más le gustaba en vida.
Patricia Durán, quien llegó desde tempranas horas a adornar la tumba de su hermano, Henry Durán, acompañada de su hijo pequeño, comentó que «se han encargado que el recuerdo de su hermano no muera en su hogar», además agregó que llegaron el día de hoy, porque mañana viajan al interior del país, a mantener la tradición con otros familiares que han fallecido.
En las afueras del cementerio ya se pueden observar las ventas de comidas típicas de esta fecha, como lo son las enchiladas, los molletes, el atol de elote, las tostadas y una variedad de platillos, que se pueden disfrutar mientras recuerdan a sus seres queridos. La variedad de colores, en las ventas de flores, contrasta con la celebración.
OTRA FORMA DE RECORDAR
Los gigantes y hermosos barriletes de Sumpango y San Juan Sacatepéquez, es otra forma que según la tradición guatemalteca, se utiliza para recordar a los seres queridos que ya partieron al otro mundo.
Este 1 de noviembre alzarán vuelo en los mencionados lugares, como parte de las tradiciones que se llevan a cabo en esta fecha, en la que se recuerda a las personas que han muerto.