Funcionarios jerárquicos del mundo financiero en Europa seguían con atención los acontecimientos relacionados con el cierre del gobierno de Estados Unidos, alegando que podría significar un riesgo para la inestable recuperación económica del continente.
Estados Unidos tiene la mayor economía del mundo y sostiene estrechas relaciones comerciales con Europa. Por lo tanto, el cierre del gobierno estadounidense, que ha suspendido a 800.000 empleados federales, podría afectar el crecimiento en la región si el Congreso no accede a llegar a un nuevo acuerdo de presupuesto dentro de unos días.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, afirmó el miércoles que el cierre «es un riesgo si se prolonga», aunque agregó que se tiene «la impresión que no lo será».
Funcionarios de alto rango en Francia, la segunda economía mundial en la eurozona de 17 países, expresaron una preocupación similar.
Francia se recupera de una recesión doble. Al igual que gran parte de la región su economía continúa siendo frágil. Las empresas siguen en su actitud de cautela para invertir y contratar, y podría sentirse más vulnerable si temen que sus negocios en Estados Unidos podrían ser afectados por el cierre del gobierno.
«Si esta situación persiste, podría provocar una desaceleración de la actual recuperación económica», destacó el ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, en una sesión semanal del gabinete.
El Congreso de Estados Unidos también necesita llegar a un acuerdo a fin elevar el límite de la deuda nacional a fines de este mes. Si no lo hace, Estados Unidos podría incumplir en sus compromisos de deuda, en un episodio que podría ser perjudicial para la economía mundial.
Draghi, sin embargo, no expresó preocupación sobre ese aspecto. Cuando se le preguntó si pensaba que Estados Unidos podría incumplir en algunos de los pagos de sus obligaciones, respondió simplemente, «no».