CAUSAS PEQUEÑAS, GRANDES EFECTOS


César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Un hombre trabajaba cierta mañana en su jardí­n cuando de pronto se hizo una leve herida en la mano con las tijeras mientras podaba sus rosales.

Se detuvo un momento para observar la herida y como vio que era muy leve, únicamente la limpió con su pañuelo y continuó trabajando sin prestar más atención a lo sucedido.

Por la noche sintió la mano dolorida y fue atacado por alta fiebre. Pensando que se trataba de un resfriado espero al siguiente dí­a, pero al amanecer lo atacaron fuertes convulsiones. Por fin su esposa llamó al médico cuando éste llego era tarde, pues el hombre ya habí­a fallecido por su infección titánica producida por la cortadura con una tijera de jardinerí­a.

De la misma manera, las pequeñas faltas a la moral y los pequeños errores que cometemos a veces los tratamos como si fuesen heridas leves. No les prestamos atención y no nos preocupamos de ellas hasta que han infectado de tal forma nuestra alma que ya es muy difí­cil su curación.

Tratemos pues, de eliminar cualquier error, cualquier falta de nuestra conducta por pequeña que sea o la hagamos parecer, y con esto evitaremos la muerte de nuestra alma.

Ni lágrimas ni lamentos para mañana.

Corrige hoy lo que debieras corregir.