Catástrofes naturales y desolación… las perspectivas del cambio climático


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Si el mundo no adopta medidas para evitar que la temperatura se eleve en cuatro grados centígrados en el curso de este siglo los resultados podrían ser calamitosos, de acuerdo con un informe respaldado por el Banco Mundial. Inundaciones de ciudades, aumento de la malnutrición y olas de calor insoportables son algunos de los escenarios que podrían afectar al mundo y especialmente a los países altamente vulnerables al cambio climático como Guatemala.

REDACCIÓN LA HORA
lahora@lahora.com.gt

¿Cuestionar la teoría del cambio climático? Ya no hay tiempo para tapar el sol con un dedo. Los últimos estudios científicos no solo confirman el fenómeno climático que amenaza al mundo, sino que también anticipan los escenarios que enfrentará la humanidad si no se toman medidas al respecto.

En el informe “Turn Down The Heat” se señala que un aumento de 4 grados centígrados podría tener consecuencias devastadoras: inundaciones de ciudades costeras; mayores riesgos para la producción de alimentos, lo que podría provocar un aumento de las tasas de desnutrición y malnutrición.

También se prevé mayor aridez en muchas regiones desoladas, y mayor humedad en las regiones lluviosas; olas de calor sin precedentes en muchas regiones, especialmente en los trópicos; marcado agravamiento de la escasez de agua en muchas regiones; aumento de la intensidad de los ciclones tropicales, y pérdida irreversible de diversidad biológica, incluidos los sistemas de arrecifes de coral.

POBRES: LOS MÁS VULNERABLES
El estudio, que es una reseña de los conocimientos en climatología más recientes preparada para el Banco Mundial por el Potsdam Institute for Climate Impact Research (PIK) y Climate Analytics, advierte en el Prefacio que, “aunque todas las regiones del mundo se verán afectadas, los pobres y los grupos más vulnerables soportarán la peor parte”.

“Ninguna nación será inmune a los impactos del cambio climático. Sin embargo, es probable que la distribución de los impactos sea inherentemente desigual y afecte en mayor medida a muchas de las regiones más pobres del planeta, que tienen el menor grado de capacidad económica, institucional, científica y técnica para afrontarlos y adaptarse”, señala el documento.

En ese marco, la situación de Guatemala es altamente preocupante; el país, que cuenta con una gran variedad climática y biológica, se encuentra entre las 10 naciones más vulnerables del mundo al cambio climático, y el más vulnerable de todo el continente americano.

A la fecha, los guatemaltecos ya han tenido que soportar los embates de huracanes, tormentas y sequías que han causado muerte y destrucción, pero el panorama que se avizora con un aumento de cuatro grados en la temperatura sería mucho peor de lo que se ha vivido hasta ahora… y no hay una perspectiva optimista para el futuro.

SIN PREPARACIÓN; SIN EXPECTATIVAS
Yuri Melini, director del Centro de Acción Legal Ambiental y Social de Guatemala (CALAS), dice que “para el caso de Guatemala, primero, es necesario que la población esté enterada” de las implicaciones del cambio de temperaturas y tome parte de las acciones colectivas para enfrentar ese fenómeno.

Sin embargo, el ambientalista advierte que es imprescindible la creación de “políticas públicas que vayan en la línea de prevención, mitigación y adaptación al cambio climático”, pues no se trata solo de un tema ambiental, sino también de seguridad estratégica, economía y seguridad alimentaria.

“Este año fue de sequía, pues no llovió como debía en el invierno y ahora hay heladas”, dice el ambientalista, que considera los actuales cambios climatológicos como un preludio de lo que le espera al mundo si no se toman las medidas necesarias para evitar las catástrofes que se pronostican.

En primera medida, según Melini, es necesario pensar en la protección civil y la capacidad de respuesta inmediata a fenómenos hidrometeorológicos, aunque no resta importancia a la necesidad de una legislación sobre el agua, el uso de suelos y la aplicación de los principios de ordenamiento territorial.

El problema radica principalmente, en que “no hay expectativas” de que los generadores de políticas públicas atiendan el tema, lo que incluye al Gobierno, para el que “el tema no parece ser relevante”, según el director de CALAS.

En coincidencia, Armando Salcú, coordinador de organizaciones indígenas de occidente, señala que aun tras los desastres naturales de las últimas décadas las instituciones estatales parecen restar importancia a la adaptación al cambio climático y aunque el país cuenta con un plan de mitigación, no se pone en marcha.

“La economía guatemalteca y en especial la campesina depende de las condiciones del clima; si no le ponen atención a los problemas que ya sufrimos ahora en el campo, ¿qué podemos esperar del futuro?”, se cuestiona el líder campesino.

Según Salcú, es necesario que Guatemala lidere en Centroamérica una postura regional para defender y proteger a las poblaciones vulnerables ante la amenaza del cambio climático.

“Ya mucho se ha hablado del tema, pero hasta ahora no se proponen soluciones y los países no exigen que se tomen cartas en el asunto. Este no es un juego y no podemos correr el riesgo de que los más pobres paguemos por lo que hacen los ricos”, señala.

UNA ESPERANZA
Aunque el escenario de una subida de temperaturas parece desalentador, el informe presentado por el Banco Mundial también expone soluciones que parecen viables ante la mirada de los científicos.

“Se puede y se debe evitar un aumento de cuatro grados de la temperatura mundial; tenemos que frenar el calentamiento del planeta para que no supere los dos grados”, dijo el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim.

“El mundo tiene que abordar el problema del cambio climático de una manera más agresiva”, dijo Kim. “Es esencial intensificar las medidas de adaptación y mitigación del cambio climático, y existen soluciones. Necesitamos una respuesta mundial de igual magnitud que el problema del clima, una respuesta que nos coloque en una nueva senda de desarrollo y prosperidad compartida en que el cambio climático se aborde con inteligencia. Pero no tenemos mucho tiempo”.

“Si bien cada país elegirá un camino diferente para promover un desarrollo más verde y lograr un equilibrio entre sus propias necesidades de acceso a la energía y la sostenibilidad energética, cada cual tiene oportunidades para un crecimiento verde que puede aprovechar”, opinó Rachel Kyte, vicepresidenta de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial.

Tales iniciativas podrían consistir en utilizar mejor los subsidios por valor de más de US$1 billón a los combustibles fósiles y otros subsidios perjudiciales; introducir la contabilidad del capital natural en las cuentas nacionales; aumentar el gasto tanto público como privado en infraestructura verde capaz de soportar condiciones meteorológicas extremas, y en sistemas de transporte público urbano que minimicen las emisiones de carbono y maximicen el acceso a los lugares de trabajo y a los servicios.

Además, se insta  a promover la determinación de precios del carbono y los sistemas internacionales y nacionales de compraventa de derechos de emisión, y aumentar la eficiencia energética, especialmente en los edificios, y la proporción de la energía eléctrica producida a partir de fuentes renovables.

Se trata de un tema de voluntad, de transparencia y de compromiso, según Salcú, pero a criterio de Melini, a países como Guatemala solo les queda planificar su adaptación al cambio climático y planificar las estrategias de mitigación, pues es en los países más desarrollados donde se concentran los focos de contaminación.

INFORME
LO MÁS DESTACADO

El informe “Turn Down the Heat: Why a 4°C Warmer World Must be Avoided” resume una variedad de consecuencias climáticas directas e indirectas ante la trayectoria actual de las emisiones de gases de invernadero a nivel mundial. A continuación se señalan las principales conclusiones del informe:

* En muchas regiones habrá olas de calor extremo durante casi todos los meses de verano, fenómenos que en ausencia del calentamiento global se esperaría que ocurrieran una vez cada varios centenares de años. Los efectos no serían uniformes. El mayor calentamiento se produciría en superficies terrestres y variaría entre 4°C y 10°C. En el Mediterráneo, el Norte de África, Oriente Medio y partes de los Estados Unidos se esperarían aumentos de 6°C o más de las temperaturas medias mensuales durante el verano.

* Es probable que el nivel de los océanos aumente de 0,5m a 1 m para el año 2100, y es posible que dicho aumento sea mayor. Algunas de las ciudades más vulnerables se encuentran en Mozambique, Madagascar, México, Venezuela, India, Bangladesh, Indonesia, Filipinas y Vietnam.

* Las regiones más vulnerables se encuentran en los trópicos, subtrópicos y hacia los polos, donde es probable que se combinen múltiples impactos.

* Es probable que la agricultura, los recursos hídricos, la salud humana, la biodiversidad y los servicios que prestan los sistemas se vean gravemente afectados. Ello podría provocar un desplazamiento de poblaciones en gran escala y tener consecuencias para la seguridad humana y los sistemas económicos y de comercio.

* Muchas islas pequeñas talvez no puedan sustentar a sus habitantes.

ONU
LOS PRINCIPALES RESPONSABLES

Los países ricos son los culpables del cambio climático y deberían tomar la iniciativa para forjar un pacto global sobre el clima para el 2015, plazo que «debe ser cumplido», dijo recientemente  el secretario general de las Naciones Unidas.

En un acto suplementario de las negociaciones climáticas que se realizan en Qatar, Ban Ki-moon dijo que «es justo y razonable que el mundo desarrollado cargue con la mayor parte de la responsabilidad» en la lucha contra el calentamiento global.

Los comentarios de Ban son similares a los argumentos de China y otros países en vías de desarrollo, según los cuales, las naciones ricas tienen una responsabilidad histórica por el calentamiento global porque sus fábricas emitieron contaminantes en la atmósfera mucho antes de ser conocidos los efectos del cambio climático.

«El fenómeno del cambio climático ha sido causado por la industrialización del mundo desarrollado», dijo Ban. «Es justo y razonable que el mundo desarrollado cargue con la mayor parte de la responsabilidad».

Muchas naciones ricas, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea, sostienen que no es ya válida la separación entre países desarrollados y en vías de desarrollo como en las dos últimas décadas porque no refleja la realidad mundial actual.

La mayor parte de la contaminación procede de países en vías de desarrollo, y China ha superado a Estados Unidos en ser la mayor contaminante del mundo con el carbón.

«Los países ricos tendrán que hacer más que los países pobres, es obvio», dijo la comisionada del clima de la Unión Europea Connie Hedegaard a la AP. «Pero todos nosotros tendremos que hacer todo lo que podamos porque de otra manera no podremos enfrentar el cambio climático».

CATÁSTROFES
IMPACTO EN GUATEMALA

Mitch
De acuerdo con los cálculos de la CEPAL, se estima que el huracán Mitch provocó daños totales en Guatemala por un monto de 748 millones de dólares, de los que el 40% corresponden a daños directos. Tanto los daños directos como los indirectos se concentran en los sectores productivos: 68% de los directos y 83% de los indirectos. Dentro de los sectores productivos, el mayor daño recayó en el sector primario, principalmente el sector agrícola, lo que además impacta fuertemente en la balanza comercial del país.

Stan
El monto total del impacto de la tormenta Stan (Q 7,473 millones o el equivalente a 983 millones de dólares)  equivale a 3.4% del PIB de 2004. El monto de los daños (Q 3,160 millones) representa un 39% de la formación bruta de capital en la construcción de 2004. El valor de las pérdidas (Q 4,313 millones) equivale al 2% del PIB. De tal valoración desprenden como consecuencia efectos transversales en lo económico, social y ambiental.

Agatha
El valor de los daños y pérdidas ocasionados por la erupción del Pacaya y el paso de la tormenta tropical Agatha ascendió a 7,855.7 millones de quetzales (aproximadamente 982 millones de dólares), lo que representa poco más de 2.2% del producto interno bruto del país. Q4,800.5 millones (600.1 millones de dólares) corresponden a destrucción de acervos, en tanto que los restantes 3,055.3 millones de quetzales representan cambios en los flujos económicos e incluyen tanto pérdidas de producción como mayores costos de servicios (el 61 por ciento del total).

12-E
De acuerdo con la metodología de evaluación de desastres desarrollada por la CEPAL, se estimó que la Depresión Tropical-12E ocasionó daños y pérdidas por más de 2,697.08 millones de quetzales (equivalentes a 343.14 millones de dólares). Lo que representa el 0.4% del Producto Interno Bruto del país esperado para el año 2011. El 24.90% corresponde a daños (643.66 millones de quetzales) y el resto, 75.10% (2,053.42 millones de quetzales), a pérdidas ocasionadas por las lluvias torrenciales (véase el cuadro 6).

En el informe “Turn Down The Heat” se señala que un aumento de 4 grados centígrados podría tener consecuencias devastadoras: inundaciones de ciudades costeras; mayores riesgos para la producción de alimentos, lo que podría provocar un aumento de las tasas de desnutrición y malnutrición.

“Si bien cada país elegirá un camino diferente para promover un desarrollo más verde y lograr un equilibrio entre sus propias necesidades de acceso a la energía y la sostenibilidad energética, cada cual tiene oportunidades para un crecimiento verde que puede aprovechar”, opinó Rachel Kyte, vicepresidenta de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial.