En carta firmada desde Monterrey, México, Carlos Castresana, exjefe de la CICIG, explicó su versión del conflicto suscitado con su exesposa, luego de que fuera arrestada. A continuación transcribimos la misiva:
Ante las informaciones parciales, confusas y especulativas que circulan desde el jueves 5 de julio, a raíz el arresto de la periodista Sanjuana Martínez Montemayor, es importante que se conozcan los hechos que sucedieron anteriormente a fin de que la situación pueda ser entendida.
Estoy separado de la periodista Sanjuana Martínez Montemayor desde hace dos años, y desde entonces ella me ha impedido las visitas y cualquier otro contacto, incluyendo teléfono o internet, con mis hijos de 9 y 11 años de edad. Entre 2010 y 2011 he viajado 12 veces desde España a México para verlos, y ni siquiera para Navidad, sus cumpleaños o Primera Comunión lo he logrado. Sanjuana Martínez ha impedido, asimismo, cualquier contacto entre mis hijos y la familia paterna de los niños, incluyendo su abuela y hermano.
Por estas razones, en junio de 2011 promoví un Juicio de Controversia y Posesión Interina de Menores, que fue turnado al juzgado Décimo Quinto Oral Familiar del Primer Distrito Judicial en el Estado de Nuevo León, el cual me otorgó una convivencia provisional supervisada con mis hijos en el Centro Estatal de Convivencia, que se tradujo en visitas en octubre y noviembre de 2011 y enero y febrero de 2012. Los menores no fueron presentados en diciembre de 2011.
En el mes de marzo del año en curso Sanjuana Martínez Montemayor y yo alcanzamos un acuerdo voluntario ante la Autoridad Judicial, suscribiendo un Convenio por el cual, entre otros aspectos, se determinó que yo conviviría con mis hijos dos veces a la semana, de manera supervisada, siguiendo una terapia de reintegración paterno filial, así como una evaluación psicológica de toda la familia, progenitores e hijos.
En ese momento tomé la decisión de renunciar mi puesto de trabajo en España, y me establecí en México para estar cerca de mis hijos y recobrar la convivencia con ellos. Desde la firma del convenio he acudido a todas las citas y evaluaciones.
Sanjuana Martínez Montemayor cumplió con el acuerdo solamente tres semanas.
A partir del 10 de mayo de 2012 Sanjuana Martínez Montemayor dejó de presentar a mis hijos a las visitas supervisadas y evaluaciones, y tampoco se sometió ella misma al proceso de evaluaciones psicológicas, por lo que después de incumplir en diez ocasiones sin justificación legal, la autoridad judicial notificó personalmente a Sanjuana Martínez Montemayor y le solicitó un informe de cumplimiento del convenio, a lo que ella no respondió.
El Juzgado previno entonces nuevamente a Sanjuana Martínez Montemayor a presentar a mis hijos a las visitas y evaluaciones pendientes bajo el apercibimiento que en caso de no hacerlo así se le aplicarían los medios de apremio que establece la ley en su artículo 42 del Código de Procedimientos Civiles en el Estado, específicamente una sanción económica. La referida señora Martínez Montemayor hizo caso omiso al apercibimiento, y le fue impuesta una multa.
Hace un mes, el Juzgado requirió una vez más a Sanjuana Martínez Montemayor para que presentara a nuestros hijos a las visitas y evaluaciones, con los apercibimientos de ley, esta vez de arresto por treinta y seis (36) horas. Sin embargo, la demandada, notificada personalmente, continuó desobedeciendo a la Autoridad Judicial, lo que ocasionó que, luego de 16 desobediencias, se ordenara el arresto, que fue ejecutado el día 5 de julio del año en curso.
Dado que mis hijos se encuentran desprotegidos y que su madre lleva impidiendo desde hace más de dos años que los vea, en mi deber de padre y velando por ellos, he solicitado la intervención y mediación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León, para que se protejan los derechos fundamentales y la integridad física y psicológica de mis hijos de la actuación de su madre.