La investigación del asesinato de Alexander Litvinenko en Londres se concentra cada vez más en el hotel Millennium, tras el anuncio de la contaminación de siete empleados del bar donde el ex espía ruso se reunió con dos contactos de la misma nacionalidad el 1 de noviembre.
Los servicios de salud británicos se afanaban por localizar el viernes a unas 250 personas que frecuentaron el bar de este hotel cinco estrellas en el lujoso barrio de Mayfair entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre, a fin de someterlas a exámenes como medida de precaución.
Hasta ahora, la investigación había parecido centrarse en el restaurante de sushi de Piccadilly donde Litvinenko, envenenado con una dosis masiva de radiaciones, se reunió el 1 de noviembre con el italiano Mario Scaramella. Pero ninguno de los exámenes a los que fueron sometidos sus empleados dio positivo por contaminación radiactiva.
El canal de televisión 4 afirmó, citando a un alto responsable de la policía, que el envenenamiento con polonio 210 tuvo lugar en el Millennium, donde los niveles de radiaciones son muy elevados.
La cadena de hechos sucedidos en el hotel parecen confirmar este escenario.
De los tres rusos que se reunieron allí el 1 de noviembre, Litvinenko, ex agente del FSB (los servicios secretos rusos que sucedieron a la KGB) y opositor declarado del presidente Vladimir Putin, falleció.
Dmitri Kovtun está contaminado, aunque la gravedad de su estado es objeto de declaraciones contradictorias.
El tercero, Andrei Lugovoi, también ex agente de los servicios especiales rusos, dejó rastros de polonio por donde pasó, aparentemente hasta en la embajada británica en Moscú.
La contaminación de los empleados, que aumenta levemente su riesgo de contraer cáncer, hace pensar que una dosis masiva de polonio estuvo presente en el bar.
Las radiaciones del polonio 210 sólo viajan unos centímetros, recordó ayer Pat Troop, responsable de la Agencia de Protección de la Salud en Londres.
Pero, agregó, puede ser inhalado si hay grandes cantidades alrededor de uno. En este caso, la cantidad (que entra en el cuerpo) sería muy pequeña, recalcó.
Esto explicaría la preocupación de las autoridades sanitarias por practicar exámenes a quienes hayan frecuentado el Pine Bar antes y después del envenenamiento de Litvinenko.
Según el diario The Guardian, que cita fuentes policiales, científicos que trabajan con la policía indicaron que el polonio puede haber sido introducido en la bebida de Litvinenko.