Jonathan Martin pasó casi siete horas ayer dando detalles al representante de la NFL que investiga sus acusaciones de acoso sufrido en los vestidores de los Dolphins de Miami, pero no quiso hablar de ello con la prensa.
Lo que sí dijo es que quiere seguir jugando en la NFL.
Martin, quien está en la ciudad debido a que la liga está tratando de recopilar información sobre las bravuconerías que dice haber padecido por parte de su compañero de equipo Richie Incognito, llegó ayer por la mañana a la oficina en Manhattan del investigador especial Ted Wells, y salió hasta poco después de la puesta de sol. Agobiado por reporteros, se mantuvo ante las cámaras y leyó un comunicado.
«Aunque hablé con mucho detalle con el señor Ted Wells y su equipo, no tengo la intención de discutir este asunto públicamente en este momento», manifestó Martin. «Esta es la manera correcta de manejar esta situación. Fuera de eso, espero con ansia completar el proceso y reanudar mi carrera en la Liga Nacional de Fútbol (estadounidense)».
Después de eso, él y el abogado David Cornwell ingresaron nuevamente al edificio, de donde salieron después por una puerta lateral.
La multitud reunida afuera del edificio llamó durante todo el día la atención de oficinistas y turistas. Algunos incluso se detuvieron para observar y esperar, y la mayoría de ellos parecían estar familiarizados con el caso de Martin.
Otra persona que se acercó fue el artista de hip-hop con residencia en Miami Rick Ross. Su compañía grabadora está ubicada en el edificio de enfrente.
Incognito ha admitido que dejó un mensaje en el celular de Martin en abril en el que usó un término racista, amenazó con matarlo y con abofetear a su madre.
Incognito ha dicho que lamenta el lenguaje racista y obsceno que usó con Martin, pero dijo que provino de la cultura de «hermandad» de los vestidores, no hostigamiento.
Incognito es de raza blanca y Martin es negro. Sus compañeros de equipo, tanto blancos como negros han dicho que Incognito no es racista, y han dado más apoyo al veterano guard que a Martin.
Incognito fue suspendido por los Dolphins, y el jueves apeló la sanción. Incognito dice que su conducta era parte del ambiente normal en el camerino.
El dueño de los Dolphins, Stephen Ross, también tiene planes de reunirse con Martin, quien dijo el viernes que ciertamente se reunirá con la gerencia del equipo.