Los 16 europeos imputados en Abeché (este de Chad) por «rapto de menores», «estafa» o «complicidad» en el caso de la ONG francesa Arca de Zoé que intentó llevar a Francia a 103 niños, estaban a la espera de ser trasladados el martes probablemente a Yamena.
Varias decenas de personas se congregaron el martes por la mañana ante el palacio de justicia de Abeché para manifestar su cólera contra los 16 europeos y los dos chadianos inculpados en el caso, a quienes acusaron de «ladrones» y «asesinos».
Nueve franceses –seis miembros de la ONG Arca de Zoé y tres periodistas– fueron imputados por un tribunal chadiano en la noche del lunes al martes de «secuestro de menores» y «fraude».
Por su parte, siete españoles –los miembros de la tripulación del avión alquilado por la ONG francesa para trasladar a los pequeños a Francia– fueron imputados por «complicidad» en secuestro.
Esa misma inculpación pesa sobre los dos chadianos también arrestados, un subprefecto y un jefe de barrio de la localidad de Tiné (noreste), en la frontera con Sudán.
Los 16 europeos permanecen arrestados en Abeché desde el jueves, cuando las autoridades del país africano impidieron el despegue del avión en el que los niños, presuntos huérfanos de la guerra civil en la provincia sudanesa de Darfur (oeste de Sudán), iban a ser trasladados a Francia.
El caso se ha convertido en un delicado problema diplomático para los gobiernos francés y español.
En este sentido, el número dos del ministerio de Asuntos Exteriores español, Bernardino León, afirmó el martes desde Madrid que el gobierno español «disiente de la acusación» de «complicidad» contra sus connacionales en Chad.
Francia –que desde el jueves se desmarcó de la operación del Arca de Zoé– no reaccionó hasta el momento ante la inculpación de sus ciudadanos.
París se ha mostrado proclive a que los arrestados respondan «de sus actos en Chad», suscitando así la protesta de la oposición socialista, que reclama que se les juzgue en suelo francés.
Mientras tanto en Abeché, una periodista de la AFP pudo ver a los europeos, con aspecto muy abatido, en una sala del palacio de justicia de la ciudad donde pasaron la noche. Por el momento se ignora dónde están los dos chadianos.
Los miembros del Arca de Zoé llevaban camisetas con el lema «Children Rescue», el nombre de su operación en Chad, mientras que las azafatas españolas tenían los ojos enrasados de lágrimas.
Los europeos estaban a la espera de su probable traslado a Yamena, a 700 kilómetros más al oeste. El Consejo Superior de la Magistratura de Chad decidió el lunes ese traslado «por motivos de seguridad», según una fuente judicial.
En la capital chadiana está arrestado desde el domingo un piloto belga que condujo a parte de los niños a Abeché desde la frontera entre Chad y Sudán.
Chad acusa a los responsables de la operación de «tráfico» y «secuestro» de niños. El presidente del país, Idris Deby Itno, fue incluso más lejos al preguntarse si tenían previsto «vender» los niños a «ONG pedófilas».
Sin embargo y pese a la delicada situación diplomática, la comunidad internacional ha advertido a Deby contra todo intento de uso político del caso, que coincide con el próximo despliegue de una fuerza europea en el este de Chad, fronterizo con Darfur.
El Arca de Zoé –una «banda de iluminados», según la diplomacia francesa– asegura que las autoridades de París nunca les prohibieron claramente realizar su operación, cuyo único fin –sostienen– era «salvar de la muerte» a «huérfanos» de Darfur.
Sin embargo, la Unicef y otras organizaciones internacionales humanitarias declararon el martes que, tras interrogar a los niños, ignoran si «son huérfanos y de dónde proceden».
La justicia francesa, por su parte, acusa al Arca de Zoé de haber intentado servir de intermediario ilegal en el terreno de las adopciones y la semana pasada abrió una investigación al respecto.
Dos chadianos también fueron inculpados de «complicidad en secuestro de menores», llevando a 18, entre los cuales hay 16 europeos, el número de personas acusadas en Chad en el caso del Arca de Zoé, anunció hoy el ministro de Justicia de Chad.
«Los dos chadianos también fueron inculpados por complicidad de secuestro de menores», declaró a la AFP el ministro Albert Pahimi Padacké.
Se trata de un subprefecto y de un jefe de barrio de la localidad de Tiné (noreste), en la frontera con Sudán.