La “Casa de la Memoria Histórica” Kaji Tulam, que en idioma quiché significa: Para No Olvidar, reúne una serie de elementos que permitirán al espectador admirar un recorrido que abarca los orígenes y modos de vida de la sociedad actual, hasta los episodios más oscuros de nuestra historia.
Mediante ocho espacios el museo expone originales escenografías con diferentes temáticas que abordan la crueldad, la ignorancia y el egoísmo de los gobernantes que en su lucha han tirado la rienda del lado opuesto al desarrollo, mientras tanto, también dedica un espacio a la población que oponiéndose a las medidas más deshumanizadoras, inspiraron una larga resistencia.
Elementos que cuelgan podrían pasar ante los ojos de los espectadores por meras exhibiciones artísticas pero su colocación tiene un objetivo más allá de lo estético pues pretende motivar a los visitantes, sobre todo a las nuevas generaciones, a extraer de la conciencia la memoria personal que de libre paso a una memoria de más de quinientos años de sufrimiento.
“De vez en cuando camino al revés, es mi modo de recordar. Si caminara solo hacia adelante te podría contar cómo es el olvido”, lee un poema de Humberto Ak´Abal, poeta guatemalteco, para llamar a las personas a la reflexión sobre el conocimiento que cada uno tiene del pasado.
“¿Cómo nos han dicho que hay que recordar? si a partir de la fecha en que nacimos, hacia adelante o si también nos hemos dado el tiempo de pensar qué hay hacía atrás”, se pregunta una de las guías del museo, Aura Rodríguez.
EL ORIGEN
En la primera parte de la exposición, el visitante podrá encontrar diferentes elementos que abordan los orígenes de nuestra sociedad a partir de lo que se conoce de la civilización maya. “Al final todo tiene respuesta y todo tiene un origen”, dice Rodríguez, refiriéndose cosas tan simples como el uso del güipil y el corte.
Uno de los rasgos más interesantes de esta exhibición es que detalla un hecho poco conocido por las personas y es que durante el tiempo de la Conquista los españoles cambiaban los nombres de sus esclavos como una seña de su poder, alterando así el origen de estos pueblos.
Además, el recorrido incluye una vista a la historia general de los gobiernos elitistas que dieron paso, más adelante, a los gobiernos militares los que desempeñaron regímenes dictatoriales, como el de Jorge Ubico Castañeda, que llevaron a los guatemaltecos a protestar por mejores opciones de vida.
Es bien conocido que las protestas y la actitud de resistencia llevo a la muerte a muchos, e incluso a quienes permanecieron al margen de la pugna. Uno de los espacios de la exhibición honra a las miles de personas que perecieron. El Cuarto Negro, que en sus paredes apila los nombres de 4.4 por ciento de las personas desaparecidas durante el Conflicto Armado Interno.
Por otro lado, también se ha dedicado un espacio para la unidad con el “Cuarto de la Solidaridad”, que a diferencia del anterior reúne a los protagonistas históricos de la lucha a favor de los derechos humamos. Alfonso Bauer, Oliverio Castañeda, Myrna Mack, entre otros son algunos de los personajes que integran este espacio.
Así, ante una memoria histórica rasgada, una dignidad aplastada y una aguda desigualdad, la pregunta final del recorrido es: ¿qué se está dispuesto a hacer para construir la paz?
Con su reciente inauguración, el Museo de la Casa de la Memoria, ubicado en la 13 calle 2-72 de la zona 1, podrá ser visitado a lunes a viernes de 8:00 a 17:00 horas.