El escándalo financiero en el Congreso de la República podría estar llegando a su fin, por lo menos desde el punto de vista mediático, puesto que para este día estaba previsto que la Casa de Bolsa Mercados de Futuro (MDF) devolviera los Q82.8 millones que dos empleados menores de confianza del diputado Eduardo Meyer, actualmente prófugos de la justicia, dispusieran arriesgar en la bolsa a cambio de jugosas comisiones desde el año pasado.
El año pasado, Byron Sánchez Corzo, secretario privado de Meyer y José Conde, director financiero contratado este último por Jorge Méndez, cuando presidió el Congreso en la pasada legislatura, jinetearon también Q16 millones en la Casa de Bolsa MDF y no hubiera trascendido si Meyer no se hubiera visto obligado a denunciar la millonaria malversación antes que sus detractores -irónicamente del mismo partido- se le adelantaran.
Raúl Girón, representante legal de MDF garantizó devolver este día los Q82.8 millones y los rendimientos, pero en la víspera se percibía un clima de preocupación porque quienes ven con odio a la clase política, sus dirigentes y diputados deleitarían que esos fondos públicos se esfumaran, ya en esa medida sus ataques en contra del Congreso de la República arreciarían y deteriorarían más su imagen institucional.
Propuestas como la reducción del número de diputados cobrarían fuerza, precisamente en estos momentos cuando la comisión se encuentra en la recta final de emitir su dictamen y uno de los temas más polémicos en que se concentrarán en los próximos días, encerrona en la ciudad de La Antigua Guatemala, es cabalmente fijar en 80 el número de diputados, que obviamente tiene dividido el voto en el Congreso de la República.
Si bien Meyer externó su intención de pedir permiso otros dos meses sin goce de salario, mientras se dilucida su situación legal por este escándalo financiero y supera sus quebrantos de salud que dijo padecer, trascendió que habría cambiado de opinión y que está dispuesto a retornar y ocupar la Silla Presidencial de este alto Organismo del Estado este 10 de agosto. Pero otros, aseguran que sólo vendrá a pedir permiso en la víspera y que ahora deberá ser el Pleno que se lo autorice.
Mientras tanto, Arístides Crespo y Roberto Alejos continuarán dirigiendo el Congreso de la República, hasta el momento una fórmula de trabajo interesante, porque han sacado avante el trabajo de la institución, superando la crisis en que la sumió Meyer no sólo por su descuido que condujo a la institución en uno de los escándalos más grandes de la historia, sino por el desorden administrativo y financiero que dejó sin fondos uno de los renglones por contrato.
Para mañana está previsto el inicio del segundo periodo de sesiones ordinarias y se espera que una vez reintegrados los fondos públicos que desde febrero manejó la Casa de Bolsa MDF y depositados en el Banco de Guatemala la calma habrá retornado al Organismo Legislativo en buena medida y los diputados deberán aprovechar para trabajar, tal como ya lo han anunciado Crespo y Alejos, que están convencidos que es la única vía para mejorar la imagen de la institución.
Los delitos que deban ser perseguidos continuarán su trámite y tanto Meyer como su colega Rubén Darío Morales deberán continuar acudiendo a los tribunales hasta que los jueces pesquisidores recomienden a la Corte Suprema de Justicia archivar los casos o bien declarar con lugar los antejuicios respectivos, principalmente de este último, ya que está demostrado que Byron Sánchez Corzo depositó Q300 mil en una cuenta del ex presidente del Congreso, hoy diputado independiente.