Mientras trata de convencer a los estadounidenses de que ha resuelto los errores que casi permitieron que Al-Qaeda derribara un avión hacia Detroit en la Navidad del año pasado, y así tranquilizar a la población, la Casa Blanca reconoció hoy otra falla de seguridad: el máximo representante de los servicios de espionaje de la nación ignoraba que Gran Bretaña frustró esta semana una confabulación terrorista.
El director de inteligencia nacional, James Clapper, pareció perplejo el martes por la noche durante un programa de la cadena ABC News, cuando se le preguntó si el complot terrorista descubierto en Londres podría tener implicaciones de seguridad para Estados Unidos.
El caso recibió una fuerte cobertura noticiosa esta semana y fue un foco rojo importante en Gran Bretaña, el socio más cercano de Estados Unidos en cuanto a espionaje.
«Â¿Londres?» preguntó Clapper, mientras miraba al otro lado de la mesa al asesor de seguridad nacional de Obama, John Brennan, quien también fue entrevistado.
Durante una conferencia de prensa de la Casa Blanca el miércoles, Brennan trató de disipar los temores sobre un ataque terrorista durante la actual temporada de vacaciones. Al preguntársele por qué Clapper lució confundido con la pregunta sobre un incidente grave, el director dijo que el director ha estado enfocado en las tensiones entre ambas Coreas y en un tratado provisional de armas nucleares con Rusia.
«Â¿Su personal debería haberle informado sobre esas detenciones?», agregó Brennan. «Sí», se respondió.
Fue un momento embarazoso, no sólo para Obama sino para el vapuleado cargo de director de inteligencia nacional.
El puesto, creado después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, no ha cumplido las expectativas como un fuerte supervisor central de la infraestructura de espionaje de Estados Unidos.
La metedura de pata reforzó la impresión que existe entre muchos miembros de los servicios de inteligencia de que Brennan es el director de inteligencia de facto.
Antes de su confirmación, una de las críticas que se hicieron fue que Clapper no tendría el poder para hacerse cargo de la amplia red de inteligencia del país. Con Brennan %u2014un ex funcionario de la CIA%u2014 en la Casa Blanca y el director de la CIA, Leon Panetta, a cargo de la agencia encargada del espionaje del país, algunos legisladores temían que Clapper sería marginado.