En la euforia de ver coronada la esperanza de un mejor mañana, he escrito esta carta, la envío en español a mi patria, con copia en inglés a la oficina del señor Presidente Obama. Todo para que los familiares y mis coterráneos indocumentados sepan que aunque mínimo, nuestro trabajo y nuestra energía esta latente para decir a quienes tengan deseos de escuchar, que la separación de familias y la deportación de gente decente y trabajadora, nunca debe de ser instrumento político, son vidas humanas las que se destrozan, son corazones de niños susceptibles psicológicamente los que se destruyen y pierden la fe en los adultos encargados de proveerles una vida sin estrés, dando la impresión de que no son amados ni ellos ni sus padres que sufren por buscar una mejor vida. Señor representante del gobierno de los Estados Unidos en Guatemala y encargado de los asuntos latinoamericanos, que esta sea una razón, para que usted le informe al distinguido Presidente Barack Obama, que fuimos instrumentos de su triunfo y que hoy esperamos que él y el congreso haga su parte. Lo más fácil.
Señor Barack Obama,
Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
Washington, D.C.
Distinguido Señor Presidente Barack Obama:
Mi carta es para felicitarlo por el evento histórico vivido este veinte de enero. Acontecimiento que nos dio un soplo de esperanzas a todos los que de una manera u otra participamos para que fuera posible. Esperando que este país, encuentre bajo su mando un camino de entendimiento con el mundo y de prosperidad para esta tierra, que nos abriga con comprobada igualdad de oportunidades y respeto.
Distinguido Señor Presidente: Sabemos que no fue aconsejable hablar de la reforma migratoria durante la campaña electoral. No obstante, no fue necesario, pues sabíamos que si nosotros le ayudábamos a realizar su sueño, usted nos ayudaría a realizar el sueño de muchos seres de todas partes del mundo. Talvez sea muy pronto para hablar de este tema, más es nuestro deber exponerle nuestra preocupación. Sabemos de la prioridad que tiene el asunto de la economía, la seguridad y muchas otras cosas que los tiene preocupados a usted y a su gabinete. No obstante, nos preocupa que si nosotros no actuamos talvez demos la impresión de que no estamos interesados en ayudar a muchos de nuestros hermanos viviendo sin documentos en este país, pagando con el dolor de la posibilidad de ser deportados y separados de sus familiares, la mayoría padres de ciudadanos estadounidenses.
Su esfuerzo e inteligencia y deseo de superación lo han llevado a ser hoy el presidente de la nación más poderosa y generosa del mundo. Si nuestro apoyo, ayudo en algo que bueno. Siga trabajando para que sus principios se fortalezcan, haciendo lo que es correcto.
Yo como padre de dos soldados sirviendo en el ejército norteamericano, uno de ellos actualmente sirviendo en la Fuerza Aérea Norteamericana, en Katar, medio Oriente y el otro herido en Irak y convaleciendo en Fort Shafter, Headquarters of the United States Army Pacific. Desde donde le escribo esta carta. Lo hago por deber moral como activista comunitario en el Sur de California, trabajando para ayudar a mi comunidad tanto aquí en este país, como en mi lugar de origen, Guatemala en los últimos veinticinco años. Deseo que mi carta haga resonar la necesidad que impera muchas voces que desean buscar una solución humanitaria y cristiana para todos los inmigrantes que han residido en los Estados Unidos por las últimas décadas. Le agradezco de antemano su atención a este dilema que aflige a nuestra sociedad.
Atentamente,
BYRON A. QUEZADA SR.
Presidente de Fraternidad Shecana, Los íngeles Cal.