Carta abierta a George W. Bush, presidente de EE.UU.


Profesor Jorge Rodrí­guez, A-1 216207

Con dignidad y energí­a, además del debido respeto que se merece como persona y ser el Presidente de los Estados Unidos de América, la nación más poderosa del mundo en términos económicos- financieros y militares, cuya legitimidad de su mandato se pone en duda ?aun por los sectores de ciudadanos norteamericanos que no aceptaron los resultados en su momento? por la «ayuda» brindada por su hermano.

Señor Bush: Usted lo sabe y si no, quiero recordarle que en el año 1954 en su paí­s, polí­ticos y funcionarios de esa época como los hermanos John Foster y Allan Dulles y lógicamente con la aprobación del Presidente de ese entonces, utilizando a la CIA, decidieron, planificaron y ejecutaron la invasión a Guatemala con el apoyo del Departamento de Estado para derrocar a un gobierno revolucionario, democrático y popular conducido por el coronel Jacobo Arbenz Guzmán, electo libremente por la soberana voluntad de su pueblo, argumentando para justificar la intervención que el régimen de Arbenz Guzmán se habí­a convertido en una «amenaza comunista» para el continente, como consecuencia de esta acción contrarrevolucionaria, apoyada a lo interno por un arzobispo reaccionario, la traición de jefes y oficiales del Ejército a su Comandante General ?el Presidente de la Republica, de acuerdo con la Constitución?, y además un embajador Peurifoy que jugó un papel decisivo en el derrocamiento del gobierno revolucionario, surgido de un movimiento popular iniciado el 20 de octubre de 1944, denominado ¡Revolución de Octubre!

Con la intervención norteamericana, el derrocamiento de un gobierno democrático y la pérdida de su soberaní­a en 1954 con la imposición de empresas transnacionales con intereses norteamericanos, mi paí­s perdió la oportunidad, mejor dicho, se le arrebató su derecho a realizar una transformación nacionalista que hubiera significado un salto histórico para avanzar hacia un proceso de desarrollo y salir del estado semicolonial y feudal, orientado hacia una verdadera y real independencia económica y polí­tica.

Señor Bush: El anuncio oficial de la Casa Blanca, publicado en los medios de comunicación, afirma que usted viene al paí­s a «experimentar la rica diversidad cultural» pero es evidente que su visita a este paí­s responde a otros intereses de su imperio y que posiblemente los trasladará en secreto y sin testigos al gobernante de turno y obtener un Sí afirmativo y comprometido, aprovechando que a éste le queda poco tiempo en el cargo.

Señor Bush: No siga llenando su equipaje con mentiras y diga la verdad sobre las reales intenciones de su visita a este paí­s, no diga la verdad para satisfacción de quien le escribe estas lí­neas, diga la verdad al pueblo de Guatemala, diga la verdad a este pueblo excluido y marginado que sufre pobreza y miseria. Reflexione, haga un examen de conciencia y aprenda la lección del caso de Lewis Libby que por mentir fue declarado culpable por un jurado.

Finalmente, señor Bush: Su visita es ¿Para asegurar la explotación de nuestros recursos naturales?, ¿Forzar un alineamiento del gobierno para conspirar en contra de los paí­ses de América del Sur que han conformado su propio bloque?