Banqueros centrales de los principales países latinoamericanos coincidieron en que la volatilidad de los mercados cambiarios ocurrida la semana pasada dará lugar posiblemente a una corrección importante pronto, dijo el domingo el gobernador del banco central mexicano.
Agustín Carstens señaló en conferencia de prensa que durante la reunión, celebrada en el marco de la reunión anual que el Fondo Monetario Internacional celebró este fin de semana los banqueros centrales «llegamos al consenso de que todos vimos un escenario relativamente similar, en el que fundamentalmente por problemas centrados en Europa, se estaba dando un proceso de reducción de riesgo entre muchos inversionistas institucionales».
«Eso había tenido algún impacto en prácticamente todos nuestros mercados, pero confirmamos que todos nosotros tenemos fundamentos sanos. Todos pensamos que nuestras divisas habían sido sobrevendidas y que es probable que se dé una corrección importante en fechas próximas», explicó.
La semana pasada sufrió importantes oscilaciones, incluyendo una caída del 6,4% del indicador Dow Jones, la más importante desde que se desplomara 18% el 10 de octubre del 2008 en plena crisis financiera global. Varias monedas latinoamericanas también se depreciaron. El peso mexicano, por ejemplo, cerró el viernes a 13,68 pesos por dólar tras terminar el jueves en 13,84 pesos por dólar, aunque en ventanillas llegó a cotizarse ligeramente por encima de los 14 pesos por dólar.
«La tendencia a la valorización se abandonó transitoriamente porque la percepción de riesgo global aumentó por fenómenos ajenos a México. En ese ajuste de portafolios, en todos los mercados del mundo, las divisas de mercados emergentes se vieron afectadas», agregó.
Carstens también se refirió a la conveniencia de que México adopte el año próximo las regulaciones de seguridad bancaria internacional adoptadas tras la crisis global del 2008 y conocidas como «Basilea III», pese a que la fecha de aplicación convenida es 2019.
Entre otras medidas, el acuerdo Basilea III estipula que los bancos posean capitales de al menos 7% de sus activos más riesgosos.
«Estamos en una situación privilegiada porque (con la adopción de esas medidas) podemos mandar rápido una señal de seguridad al mundo sin comprometer nuestra capacidad de extender el crédito. Seremos el país integrante del G20 en adoptarlas», precisó.
El secretario de Hacienda José Antonio Meade se pronunció sobre los esfuerzos de México para reducir su dependencia de la economía estadounidense, cuyo alicaído crecimiento económico ha impedido a la economía mexicana experimentar una mayor crecimiento.
El FMI calcula que este año Estados Unidos crezca 1,5% y México 3,8%.
Meade indicó que México pasó de exportar a Estados Unidos 90% de su producción en 2006 a 80% en 2011, pero que al mismo tiempo logró aumentar en 30% su penetración al mercado estadounidense.
«Estamos logrando más exportaciones a Estados Unidos que nunca, pero el porcentaje de exportaciones es el menor en la historia reciente. Tenemos un país que gana mercado en Estados Unidos pero al mismo tiempo aprovecha su capacidad de exportación para incursionar en América Latina, Asia y Europa», señaló.