Carreño y Torres Garcí­a baten sus récords


El pintor cubano Mario Carreño y el artista uruguayo Joaquí­n Torres Garcí­a batieron ayer sus propios récords al abrirse la temporada de subastas de arte latinoamericano en Nueva York, tocados por la onda expansiva del ’boom’ del arte contemporáneo occidental.


«Danza Afrocubana» de Carreño se vendió en 2,6 millones de dólares, superando de manera espectacular el récord anterior del artista, que era de 456.000 dólares, informó la casa Sotheby’s al inaugurarse la temporada de subastas de primavera de arte latinoamericano en Nueva York.

La pintura realizada por el artista cubano en 1943, considerada como una de sus mejores obras, estaba valuada entre 600 y 800.000 dólares.

Por su parte «Composición» (1932), de Torres Garcí­a, fue adjudicado en 1,2 millones de dólares en la misma venta de Sotheby’s y sobrepasó el récord anterior del pintor, de 940.000 dólares.

Sorprendente resultó también la puja de la escultura «Desnudo de Victoria», del mexicano Francisco Zúñiga, que se vendió en 896.000 dólares, muy por encima del estimado de 150.000.

Otro récord de la velada fue «Paisaje» del venezolano Armando Reverón, adjudicado por 456.000 dólares, que superó un récord anterior de 332.500 dólares.

No obstante, el célebre colombiano Fernando Botero no corrió con la misma suerte: su obra «Mujer desnuda reclinada con libro», que habí­a sido tasada entre 700.000 y 900.000 dólares, se vendió en 824.000, es decir poco más del mí­nimo estimado.

Otra de las escasas decepciones de la velada fue el chileno Roberto Matta, cuyas obras fueron cedidas por debajo del mí­nimo tasado por la subastadora.

El ’boom’ del arte latinoamericano se inició hace dos décadas y desde entonces sigue pujante, aunque haya sufrido alguna fluctuación en función de los altos y bajos de la economí­a regional.

A este renovado interés se suma el impulso de las recientes ventas récord del arte contemporáneo mundial, y que tocan también al arte latinoamericano.

«El entusiasmo está impactando nuestras ventas, aunque el mercado sea distinto», dijo la semana pasada a la AFP Marysol Nieves, vicepresidente del departamento de arte latinoamericano de Sotheby’s.

En efecto, hace dos semanas artistas contemporáneos occidentales batieron récords mundiales en las subastas en Nueva York, encabezados por una obra de Mark Rotkho adjudicada en 72,1 millones de dólares y otra de Andy Warhol cedida por 71,7 millones.

Se trató de un salto espectacular: hasta entonces, la pieza de posguerra más cara vendida en una subasta era un De Kooning de 27,1 millones de dólares.

Las telas de Torres Garcí­a y de Carreño figuraban entre las más destacadas de las subastas que se iniciaron el miércoles en Sotheby’s y concluyen el viernes en la igualmente británica y acérrima rival, Christie’s.

La obra de Torres Garcí­a se cotiza por el lugar que ocupa en la historia del arte. Su propuesta abstracta y constructivista, contrapuesta a la creciente importancia que tomaba el surrealismo en los años 30, es considerada un punto de referencia en la evolución del arte occidental.

Las tres o cuatro últimas temporadas –hay dos por año, una en otoño y otra en primavera– han sido particularmente buenas, impulsadas por récords de obras de la mexicana Frida Khalo o Botero, pero también de artistas menos conocidos por el público de las salas de venta y más apreciados por otros amantes del arte.

Las ventas del miércoles totalizaron 16,8 millones de dólares, superando los pronósticos más optimistas de la subastadora, que anticipó 14 millones. La temporada de primavera continúa el jueves con otras subastas en Sotheby’s y ventas en su competidora Christie’s, que cierra las ventas el viernes.