Carreño y Carrington lideraron venta de arte latinoamericano


Un cuadro del cubano Mario Carreño que habí­a desaparecido por más de medio siglo se vendió este jueves en 2,18 millones de dólares y otro de Leonora Carrington duplicó el récord de la artista anglomexicana al adjudicarse por 1,48 millón en Nueva York.


«Fuego en el batey» de Carreño, pintado en duco y óleo sobre panel de madera, superó así­ la estimación máxima de la rematadora Sotheby»s que era de dos millones de dólares.

La obra del cubano fue hallada en una colección particular de Long Island (Nueva York) y destaca la influencia del muralista mexicano David Alfaro Siqueiros sobre Carreño.

Pintado en 1943, el cuadro habí­a sido vendido poco después y desapareció de la circulación durante más de 50 años. Su importancia se debe a que es uno de los realizados por Carreño en duco o pintura industrial para automóviles.

«No sabí­amos dónde estaba e irónicamente estaba aquí­ cerca», comentó Virgilio Garza, que dirige el departamento de arte latinoamericano de Christie»s. «No podí­a caer en mejor momento, el mercado estaba a la espera de algo novedoso y fresco», agregó el experto.

El importante cuadro de Carrington «The Giantess» (La Gigante) de 1947, tasado entre 800.000 y 1.200.000 dólares, se vendió en 1,482.500.

El récord anterior de la surrealista habí­a sido alcanzado en la misma casa de remates en mayo de 2008 por otra obra, adjudicada en 713.000 dólares.

Una de las originalidades de esta tela de 120 por 69 centí­metros es precisamente su tamaño, ya que se trata de un formato poco habitual en la artista. «Es raro encontrar un obra de Carrington tan grande», dijo Garza.

Un autorretrato de Diego Rivera de 1941, dedicado al coleccionista norteamericano Sigmund Firestone y estimado entre 1,2 y 1,8 millón de dólares, cambió de manos por 1.022.500 dólares.

El lote se vendió acompañado por catorce cartas intercambiadas en la época entre el artista mexicano, su esposa Frida Kahlo y Firestone.

Entre otras ventas de la velada destacaron «Funfural» del chileno Matta (494.500 dólares), una «Composición» del constructivista uruguayo Joaquí­n Torres Garcí­a (422.500 dólares) y «Personajes frente a la ventana» del mexicano Rufino Tamayo (338.500 dólares).

La temporada de primavera de subastas de arte latinoamericano se inició la noche del miércoles y el jueves de mañana con desempeño más magro en la rival Sotheby»s, donde un 15% de las obras no se vendieron, incluyendo las dos más caras.

La venta de Sotheby»s tuvo sin embargo varias felices excepciones con obras de los mexicanos Diego Rivera y Rufino Tamayo que lograron buenos precios y sobre el arte abstracto, encabezado por Torres-Garcí­a.

Sin embargo, considerada estrella de la velada en Sotheby»s, «Chiki, ton pays» de Carrington, tasada entre 1,2 y 1,6 millón de dólares, no halló interesado por encima del millón y fue retirada de la venta.

«Hombre y Caballo» del colombiano Fernando Botero, estimada entre 500.000 y 600.000 dólares, tampoco halló comprador, así­ como otras 12 obras presentadas, principalmente figurativas, sobre un total de 56 lotes.

Una «Niña con Rebozo» de Rivera casi duplicó en cambio la estimación, al adjudicarse por 794.500 dólares. Una «Niña con Flores» de Tamayo también se vendió bien, en 530.500 dólares.

Carmen Melián, responsable del departamento de Arte Latinoamericano de Sotheby»s calificó la venta de «exitosa», destacando el buen desempeño del arte abstracto, el del siglo XIX y los contemporáneos venezolanos.

Liderados por «Construcción Portuaria» de Torres-Garcí­a, vendido en 625.500 dólares y «Modulación», del venezolano Jesús Rafael Soto (326.500 dólares), las obras no figurativas ayudaron a levantar el ánimo alicaí­do de la venta.

Otros dos abstractos, el argentino Enio Iommi y la venezolana Mercedes Pardo, batieron incluso sus récords anteriores con sus respectivos «Formas Continuas» (31.054 dólares) y «Sin tí­tulo» (36.746 dólares).

A pesar de que su obra mejor tasada no se vendió, Botero tuvo buena salida con otras dos: «Madre superiora», vendida en 362.500 dólares y «Zurbarán pinta a Santa Dorotea», por 242.500 dólares.