Carlos remodela Chelsea a su gusto


Carlos de Inglaterra se ha salido con la suya en la última batalla emprendida contra las osadí­as de la arquitectura británica moderna. Un año después de que el prí­ncipe recurriera a sus contactos con la familia real de Qatar para frenar el diseño rupturista de un nuevo complejo residencial en el barrio londinense de Chelsea, acaba de presentarse un proyecto alternativo que se adapta a los gustos mucho más clásicos del Prí­ncipe.


Allí­ donde el afamado arquitecto Richard Rogers concibió un recinto de cristal y acero acabará desplegándose una variedad de casas, apartamentos y zonas verdes, incluido el primer jardí­n público que inaugurará la capital por primera vez en el último siglo.

Este último punto -la inserción de un parque abierto a todos los ciudadanos- ha matizado las crí­ticas que suele recibir el heredero por sus intrusiones no sólo en el desarrollo urbaní­stico de la ciudad, sino también en muchos otros asuntos. «El nuevo proyecto presenta un diseño más positivo y se adapta mejor al estilo de la zona», ha declarado la portavoz de la Asociación de Residentes, Randa Hanna.