El secretario de Comercio Carlos Gutiérrez, copresidente de la Comisión Nacional de Asistencia para una Cuba Libre, rechazó las críticas contra la política estadounidense de embargo, a la que consideró «un éxito» por haber cortado recursos a Fidel Castro, según dijo en una entrevista.
«Yo creo que la política sí ha tenido éxito», declaró el funcionario cubanoestadounidense de más alto rango en el Gobierno norteamericano, después de que Castro tomara la decisión de renunciar a la Presidencia, sin que el embargo aplicado desde 1962 tuviera algún impacto en su resolución.
Gutiérrez aseguró que el «objetivo primario» de la política de Estados Unidos no era la caída del régimen castrista, sino «negarle recursos a un dictador, a una persona que se ha declarado enemigo de la democracia y de la libertad».
«Hay que ponernos a pensar en qué sería eso si hubiera tenido recursos ese régimen. Yo creo que habría sido otra historia por aquí», añadió, después que la cuarta parte de la Cámara de Representantes (108 congresistas) exigiera al Gobierno que aprovechase la renuncia de Castro para cambiar su enfoque.
«Cuando (Castro) ha tenido recursos, los ha utilizado para fortalecer a su propio ejército, para financiar movimientos marxistas en Latinoamérica, para financiar una guerra en ífrica, pero nunca para ayudar al pueblo de Cuba», sostuvo el funcionario, que llegó de niño a Estados Unidos tras la Revolución.
Para Gutiérrez, de todos modos, «la pregunta es cuándo va a cambiar la política en Cuba, no tanto cuándo va a cambiar la política en Washington», dejando claro que Estados Unidos descarta la posibilidad de flexibilizar el embargo ahora que el presidente cubano se hizo a un lado.
«No, porque precisamente no hay un cambio en la política de Cuba», dijo al ser consultado sobre un eventual gesto del gobierno del presidente George W. Bush, quien reforzó el embargo hace cuatro años y creó la Comisión para una Cuba Libre, cuyo objetivo oficial es apoyar una transición democrática en la isla.
«Es el mismo régimen que tiene 49 años en el poder, que ha oprimido al pueblo de Cuba. ¿Entonces por qué pensar que va a haber cambios en la política de Cuba cuando es la misma gente?», se preguntó. «Ahí sigue todavía Raúl Castro, sigue Fidel Castro y siguen todos los miembros de ese régimen», añadió.
Para flexibilizar el embargo, el secretario de Comercio planteó una larga serie de condiciones.
«Queremos ver la liberación de todos los presos políticos. Queremos que existan realmente derechos humanos, que la gente pueda expresarse, que pueda viajar, que pueda leer lo que quiera leer, que tenga acceso a Internet, que puedan trabajar donde quieran trabajar», precisó.
Al mismo tiempo, reiteró el llamado de su gobierno a la comunidad internacional para que respalde una transición democrática en la isla: «Ojalá que se utilice este momento para realmente tomar en cuenta y observar la realidad de Cuba», afirmó.
«Ojalá que la comunidad internacional apoye al pueblo de Cuba, no al régimen, en pedir una libertad y una transición a una democracia real», declaró Gutiérrez, que copreside la Comisión para una Cuba Libre junto a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
La renuncia de Castro abrió una transición en el seno del mismo régimen, que rechaza Washington, despejando el camino a su hermano Raúl para ser electo presidente, aunque no se descarta que el vicepresidente Carlos Lage, de 56 años, asuma como cabeza del Estado instalando una nueva generación en el poder.