Jennifer González
Carlos Fuentes, quien el martes cumplió 80 años, se ha convertido en uno de los referentes de la literatura latinoamericana desde que hace medio siglo publicó «La región más transparente» y luego desarrolló una prolífica trayectoria que lo encuentra en plena actividad creativa.
Hijo de un diplomático mexicano, Fuentes Macías nace por azar en Panamá y pasa sus primeros años en Quito, Monteviedo y Río de Janeiro, hasta establecerse durante su educación primaria en Estados Unidos, alternándola con vacaciones en México, donde impulsado por su padre afianza su español y la defensa de sus raíces mexicanas.
«Â¡Viva México! ¡Mueran los gringos!» gritó un Fuentes de 10 años durante la proyección en Washington de la película «El hombre de la conquista», que aborda la secesión de Texas del territorio mexicano.
Aquel fue su primer acto de rebeldía que más tarde se reflejaría en el intelectual de izquierda en el que se convirtió, no libre de críticas al ser embajador en Francia de un gobierno con orígenes represivos.
Fuentes, que llamó «payasos» al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y al ex candidato presidencial mexicano de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, se establece en México a los 16 años, donde estudió derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), después de vivir en Santiago de Chile y en Buenos Aires.
Los que lo recuerdan en esos años lo definen como un joven «tímido y reservado» que exploraba sólo la capital visitando «barrios pobres, cabarets y cantinas», experiencias que se traducirían en la novela que lo consagró: «La región más transparente», escrita a los 29 años.
El autor de casi una veintena de novelas decide entonces abandonar la carrera de derecho por un posgrado en Europa, que lo lleva a conocer en París al poeta mexicano Octavio Paz y en Zurich al alemán Thomas Mann, lo que define simbólicamente su vocación literaria, de acuerdo a su biografía «Los escritos de Carlos Fuentes», de Raymond L. Williams.
Fuentes escribe «Terra Nostra» en 1975, una magna obra de 800 páginas, que junto con las novelas «La muerte de Artemio Cruz» y «Aura» lo terminan de encumbrar.
El crítico y ensayista mexicano Armando González, autor de «Que se mueran los intelectuales» (2005), en un artículo publicado en la revista Letras Libres, considera que después de «Terra Nostra» Fuentes «sigue publicando libros de narrativa con una regularidad asombrosa, pero ya no inciden mayormente» y que «más allá de su trabajo literario, es noticia por sí mismo».
De «La voluntad y la fortuna», la última novela de Fuentes, que cuenta con once premios internacionales y nacionales, Amado opina que está «llena de editoriales políticos ficcionalizados» y que, en suma, «es una ofensa a la inteligencia».
Eso es producto, según el crítico, de «la proliferación de personajes desaforados, la manipulación de la trama para que las piezas del rompecabezas embonen de una manera desesperadamente previsible, las grandes parrafadas de lugares comunes y alusiones a la actualidad política arrasan con los pocos vestigios del buen narrador que aparecen intermitentemente».
Otros lo califican como un hombre cariñoso y nada agresivo, que sólo mantiene cerrada una puerta de su vida: la familiar.
Lo único que se conoce de su vida privada es que Fuentes se casó con la actriz mexicana Rita Macedo (1925-1999), de quien se divorció en los años setenta para contraer nupcias con la periodista, también mexicana, Silvia Lemus. De esta unión nacieron Carlos Rafael que padecía hemofilia y murió en 1999 a los 25 años y Natasha que falleció años después a los 32 años por causas desconocidas.
México inició esta semana una serie de eventos que incluyen coloquios, obras, óperas y conferencias para homenajear en sus 80 años a Carlos Fuentes, uno de sus escritores más prolíficos, así como para celebrar la obra que lo consagró hace 50 años, «La región más transparente».
Los festejos, que iniciaron el 10 de noviembre y se extenderán hasta el 3 de diciembre, se llevarán a cabo en universidades, teatros y espacios culturales de la capital mexicana y Guadalajara (oeste), pero este 11 de noviembre, el día de su cumpleaños, Fuentes prefirió buscar la intimidad y festejar «en la playa», dijo el escritor a la AFP.
«Entre los escritores de hoy Carlos Fuentes es el más contemporáneo en la medida en que pocos son más independientes y menos predeterminados gracias a su libertad crítica», dijo el lunes el crítico peruano Julio Ortega, al inaugurar el Congreso Internacional «La región más transparente: 50 años después».
El congreso fue organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y durará hasta el viernes 14 de noviembre.
El 80 aniversario del escritor coincide con la publicación de su última novela «La voluntad y la fortuna», cuyo personaje es un decapitado, el número mil del año, que en casi nada se diferencia de la realidad de su país y desafía al más imaginativo de los novelistas.
La novela número 18 de Fuentes llega tras 50 años de trabajo y de escribir sobre temas de su país. «Siéntate y escríbeme, no seas cabrón», evocó Fuentes en una entrevista publicada recientemente, al referirse a la motivación que tuvo para escribir «La región más transparente», cuyo tema es la ciudad de México cuando apenas tenía cinco millones de habitantes y empezaba a ser una urbe pujante.
Como parte de la celebración, la Asociación de Academias de la Lengua Española lanzará una edición conmemorativa de esta novela, con un tiraje de 400 mil ejemplares.
«Las clásicas de Fuentes y Monsiváis», es el ciclo de cine que iniciará el 15 de noviembre con una charla entre Fuentes y Carlos Monsiváis y en el que se proyectarán nueve películas clásicas seleccionadas por los dos escritores.
La jornada oficial que tendrá lugar el 17 de noviembre iniciará en una ceremonia a la que asistirán aparte del escritor mexicano el presidente mexicano Felipe Calderón, el ex mandatario de Chile Ricardo Lagos, Gabriel García Márquez, Nadine Gordimer y Tomás Eloy Martínez, entre otros.
Entre las actividades previstas, habrá un encuentro de Fuentes con la prensa y un coloquio del «arte de narrar» presidido por García Márquez.
La Puerta de Ixca Cienfuegos, una obra del escultor mexicano Vicente Rojo, será inaugurada en una de las entradas históricas del centro de la Ciudad de México, también en honor de Fuentes.
Del 29 de noviembre al 3 de diciembre el autor de «Todas las familias felices» será homenajeado también en la Feria Internacional de Literatura de Guadalajara.
A sus 80 años, el escritor mantiene la rutina de levantarse muy temprano y trabajar sin pausa. «No hay misterios, hay que trabajar mucho; muchos escritores pretenden la mesa perfecta, la luz perfecta y se quedan en el café esperando», señaló el escritor en una reciente entrevista con la AFP.
El prolífico autor también publicó decenas de ensayos y guiones de teatro, mientras en estos días estrenará la ópera «Santa Anna», con libreto de su autoría y a cargo del tenor mexicano Fernando de la Mora.
Así, su disciplina le permite afrontar varios proyectos a la vez, como la preparación de un libro de cuentos y la revisión de escritos, mientras su próxima novela será «Aquiles, el guerrillero y el asesino», sobre Carlos Pizarro, líder insurgente colombiano asesinado en 1990 cuando era candidato presidencial por la Alianza Democrática M-19.
«Queremos ser escritores pero nos convertimos en profetas»
Sobre la visión de los escritores latinoamericanos
«Escribí la novela antes de que se registraran varios casos de decapitados en el estado de Guerrero en 2006, precisamente donde aparece el degollado, uno de los personajes centrales del libro. Sin duda, en México queremos ser escritores y nos convertimos en profetas. La realidad supera la ficción»
Sobre su última novela, «La voluntad y la fortuna»
«La única forma de frenar la violencia de los cárteles en México es con la legalización de las drogas. Si seis o siete países se pusieran de acuerdo en legalizar el consumo de drogas terminaríamos con los narcotraficantes».
Sobre el narcotráfico en México
«Es una gran noticia la elección de Obama y creo que con Calderón, los dos jóvenes y de la misma edad, podrá entenderse y llegar a acuerdos de gran beneficio, como el migratorio».
Sobre los tiempos actuales
«La literatura latinoamericana sigue dando escritores de gran nivel; en estos momentos hay 50 ó 60 que destacan por su creatividad».
Sobre la literatura continental
«La imaginación latinoamericana está muy viva. La imaginación es parte de la realidad».
Sobre la imaginación
«También influye el dinamismo de la lengua española, que se nutre de gran cantidad de neologismos otorgándoles variados recursos a los escritores, a diferencia del francés, es una lengua demasiado formal».
Sobre el español
«No hay misterios, hay que trabajar mucho; muchos escritores pretenden la mesa perfecta, la luz perfecta y se quedan en el café esperando».
Sobre la escritura
«La vida es la vida. Tiene altas y bajas, tiene triunfos y derrotas».
Al hacer un balance de sus 80 años