Cárceles débiles, reos fuertes


La debilidad del sistema penitenciario es motivo de reflexión por parte de las autoridades, porque esto permite que los reos actúen con bastante margen.

Autoridades del sistema penitenciario de Guatemala analizan que los pocos recursos asignados en el presupuesto del Estado frenan la implementación de mejoras humanas y materiales en los 19 centros de prevención y cumplimiento de condena con que cuenta el paí­s.

Gabriel Herrera
lahora@lahora.com.gt

Aseguran que para un funcionamiento adecuado se requieren al menos Q30 millones.

Esa limitación económica, sinónimo de debilidad del Estado y fuerza para grupos de reclusos que en ciertas épocas muestran rebeldí­a, causan amotinamientos o dirigen hacia el exterior supuestas extorsiones, las cuales el Ministerio Público se ocupa de investigar, agregan.

El presupuesto económico real permite mejorar las condiciones de infraestructura, tecnologí­a e implementar programas de especialización del personal. Son necesarios bloqueadores de telefoní­a celular, rayos X, detectores de metal así­ como entradas y salidas estériles, para que ningún visitante o trabajador penitenciario pueda burlar los controles y reglamentos.

En las últimas requisas de esta semana fueron decomisadas armas punzocortantes o de fuego, licores, celulares o drogas para prevenir sucesos y poner orden antes y durante semana mayor, explicó Morales.

Las cárceles del paí­s tienen 3 mil 978 condenados por diversos delitos; 2 mil 930, esperando trámite en distintos juzgados de primera instancia o tribunales de sentencia, indicó el vocero de presidios.

La nueva ley 33-2006 Régimen del Sistema Penitenciario regula la ejecución de las penas, readaptar y reeducar a las personas privadas de libertad, la cual fue aprobada el 5 de octubre de 2006.

Aseguran que para un funcionamiento adecuado se requieren al menos Q30 millones.