Una visita a Cisjordania de la cantante siria Asala Nasri, partidaria de la insurrección en su país, constituyó una rara aparición de un ciudadano sirio en los territorios palestinos.
BELÉN /Agencia AP
Israel y Siria son enemigos de toda la vida y todavía están oficialmente en guerra. El viaje entre los dos países es casi imposible, aunque a algunos miembros de la minoría drusa de Israel se les permite cruzar a Siria para estudiar o visitar a su familia.
Nasri, quien posee un pasaporte de Bahréin además del de Siria, se presentó en Cisjordania el sábado como parte de un festival para promover el turismo a la ciudad bíblica de Belén. Fue su primer viaje a los territorios palestinos, y en una conferencia de prensa el domingo Nasri se mostró entusiasmada con la experiencia.
«Viajar a Palestina ha sido siempre un sueño que por fin se ha hecho realidad», dijo.
El concierto de Nasri atrajo a miles de palestinos e israelíes árabes, que fueron recompensados con canciones nacionalistas palestinas y sirias tradicionales. La cantante se emocionó cuando cantó las letras melancólicas de una melodía siria: «Dios traiga de vuelta a los viejos tiempos».
Nasri es una partidaria abierta de la sublevación contra el presidente sirio Bashar Assad.
«Desde el principio, yo he estado del lado de la revolución siria, junto a los sirios educados, los nacionalistas, los civilizados y la juventud moderada y apoyo su objetivo de tener un estado civil y democrático», dijo Nasri el domingo.
Nasri recibió amplios honores de la Autoridad Palestina. El presidente Mahmud Abás en Ramalá la saludó el viernes por la tarde, y los guardias presidenciales la acompañaron en su gira. También depositó una ofrenda floral en la tumba del presidente palestino Yasser Arafat.