El 63 Festival de Cannes, que arranca el miércoles, será una vez más la mayor vitrina del cine mundial, acompañado como siempre de glamour, polémica, adrenalina, lujo y escándalos.

Centenares de artistas, realizadores, productores, celebridades, compradores y vendedores, además de 4 mil fotógrafos y periodistas, se darán cita, desde el 12 hasta el 23 de mayo, en este lujoso balneario del sur de Francia.

El Festival debuta con «Robin Hood», de Ridley Scott, interpretado por Russell Crowe y Cate Blanchett, quienes serán las primeras estrellas en subir las gradas del Palacio de los Festivales, en la gala de apertura.

Esperado con impaciencia en los cinco continentes, este filme de acción, que saldrá dos dí­as después en las pantallas del mundo entero, no forma parte de las 18 pelí­culas que competirán por la Palma de Oro.

Ese premio será atribuido por un jurado internacional presidido por el cineasta estadounidense Tim Burton, y del que forman parte el actor puertorriqueño Benicio del Toro y el director español Ví­ctor Erice.

Además de «Robin Hood» y otros filmes de Hollywood, como «Wall Street 2», el Festival presentará pelí­culas de paí­ses nunca antes representados en Cannes, como Kirguizstán, así­ como las últimas cintas de viejos cineastas como Jean Luc Godard, de 80 años, Woody Allen, de 75 años, y el centenario realizador portugués Manoel de Oliveira.

Durante 12 dí­as seguidos, se codearán en el balneario francés pesos pesados, como el británico Mike Leigh, el japonés Takeshi Kitano, el iraní­ Abbas Kiarostami, el ruso Nikita Mijalkov, con jóvenes cineastas de paí­ses latinoamericanos, africanos y asiáticos.

El mexicano Alejandro González Iñárritu vendrá a Cannes con «Biutiful», protagonizada por Javier Bardem, que está en competencia para la Palma de Oro.

Oliver Stone también estará en Cannes para presentar fuera de competencia su nueva visión de Wall Street después de la crisis, con otra vez Michael Douglas en el rol de tiburón de las finanzas.

Woody Allen no faltará a la cita en La Croisette. Y aunque los organizadores le pidieron que presentara «You will meet a tall dark stranger» en competición, al neoyorquino rehusó una vez más, pero vendrá a Cannes con los intérpretes de su filme: Antonio Banderas, Noemy Watts y Anthony Hopkins.

Entre los muchos otros que participarán en la fiesta de Cannes figuran Godard con su último filme, «Socialisme» -una sucesión de hermosas imágenes-, y el argentino Pablo Trapero, que compitió en 2008 por la Palma de Oro con «Leonera» y que presentará este año «Carancho» en la sección Una Cierta Mirada.

Una de las pelí­culas que ha creado más expectativa entre las que se presentan fuera de concurso es «Carlos», trilogí­a televisiva del francés Olivier Assayas sobre el célebre venezolano Illich Ramí­rez Sánchez, que cumple prisión en Francia condenado por atentados terroristas.

Mientras artistas y cineastas almuerzan y cenan, si el tiempo lo permite, en restaurantes al lado del Mediterráneo, en las salas oscuras del Palacio de Festivales y en otros teatros de Cannes se proyectarán desde temprano de la mañana hasta altas horas de la noche cientos de largometrajes, cortos, documentales.

Hay también en el programa pelí­culas de horror, como la «La Casa Muda», del uruguayo Gustavo Hernández, y cintas con telón de fondo históricos, como «La Princesa de Montpensier», del francés Bernard Tavernier.

La música, que no suele estar presente en Cannes, lo hará en esta edición con dos documentales, uno de ellos sobre los Rolling Stones, «Stones in Exile», y otro, «Benda Bilili!», sobre un grupo de músicos congoleños en silla de ruedas cuyas canciones son un himno a la vida.

Cannes siempre da lugar a controversia, y esta vez empezó incluso antes de su inauguración, en torno a la pelí­cula «Hors la Loi», del cineasta argelino francés Rachid Bouchareb, a la que algunos en Francia reprochan, antes aun de haberla visto, de «tergiversar» la historia.

También el ruso Nikita Mijalkov, con la segunda parte de «Quemado por el sol», protagonizado por la francesa Juliette Binoche, ha sido sentado en el banquillo por algunos que le reprochan que su filme, el que todaví­a no han visto, es favorable a Stalin.