Candidatos opinan


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Recientemente, bajo la conducción de la reportera y entrevistadora de CNN en español, Patricia Jeaniot, cinco aspirantes a la Presidencia que en la mayorí­a de encuestas encabezan la intención de voto participaron de un foro patrocinado por la Cámara de Industria, con un público presente de alrededor de mil quinientas personas, la mayorí­a de ellas industriales proclives a uno de los candidatos.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

 


El principal tema que se planteó fue el de la inseguridad y el narcotráfico. Las preguntas y las respuestas fueron en su mayorí­a sorteadas, lo que evitó que se pudiera dar, como se dio en los foros organizados por el sector empresarial en elecciones del pasado, que el candidato favorito de los organizadores pudiera conocer las preguntas y con ello tener una indudable ventaja para las respuestas.

Las diferencias en el comportamiento de los cinco candidatos no causaron sorpresa por cuanto es conocida la formación y el temperamento de cada uno de ellos. Según varios medios de comunicación social, Otto Pérez Molina y Harold Caballeros fueron quienes dieron las respuestas que más le agradó al auditorio presente. Esto tampoco causa sorpresa, lo increí­ble hubiera sido que en un foro organizado por la Cámara de Industria les fuera bien a los otros candidatos que no son de la predilección de la cúpula empresarial y sus allegados.

Derivado del foro varios medios señalaron que los cinco candidatos aceptaban con beneplácito que en Guatemala pudieran ingresar tropas norteamericanas, establecer bases y utilizar todo su armamento.

Asimismo, dos de ellos consideran un mal menor regularizar la droga y con ello controlar su tráfico, consumo y venta como se hace con el alcohol y el tabaco.

Qué doloroso que un candidato a la Presidencia de la República pueda pensar que nos debemos someter a los designios extranjeros. Menos mal que México continúa manteniendo su dignidad y aunque es el paí­s donde más atentados se producen actualmente, por la inseguridad y el narcotráfico, no acepta, no tolera que tropas extranjeras mancillen su suelo, mucho menos aceptan como normalmente Estados Unidos impone, que sus funcionarios y tropas, cuando están en otro paí­s, no puedan ser juzgados por ningún delito que cometan; pueden violar a nuestras mujeres que no serán sujetos de los tribunales nacionales, pueden asesinar o cometer cualquier delito que las autoridades locales no tienen competencia para investigarlos, detenerlos, juzgarlos, mucho menos sentenciarlos, aun cuando sea el delito in fraganti.
No debe de extrañarnos que si los candidatos a la Presidencia invitados aceptan y toleran semejante idea, los diputados también bajen la cabeza, pierdan su independencia y propongan iniciativas de ley como las que Mariano Rayo se enorgullece de proponer, aunque las mismas sólo tengan de él la firma y no sean iniciativas de ley que él ha concebido. Como bien me dijera al respecto uno de los miembros del comité ejecutivo de su organización polí­tica, Mariano “prefiere estar bien con la embajada gringa y con el embajador Stephen McFarland, que tener agenda propia”.

Si esa es la actitud tan poco nacionalista que tendrá el futuro presidente de la República, qué actitud podemos esperar cuando tenga que defender la integridad del territorio nacional en el tema de Belice o rechazar que a las guatemaltecas o guatemaltecos que inmigran los asesinen, los violen, los despojen y de ribete los expulsen, sin ningún respeto, sin ningún miramiento. Esperemos en Dios que todos los candidatos sin excepción cambien por el bien de ellos y de Guatemala.