Hace algunos años quedó documentado que, un excelente músico (aunque otras fuentes decían que era, en realidad, un excelente amante) había encontrado la melodía perfecta. Para los que aún son muy jóvenes, y no vivieron la época, durante el siglo XXI surgió el mito de que una canción podría resumir todas las emociones del mundo: tristeza, alegría, corrupción, un grito de eureka, etc.
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Fue durante el siglo posterior, en que los musicólogos consideraron que ése talvez no era un mito, sino una realidad inminente. Los estudios se iniciaron; muchos estudiosos se animaron a intentarlo, una vez destruido el mito de que no podría existir el crimen perfecto, especialmente después de que muchos políticos, y algunos gobernantes, habían demostrado lo contrario.
Pues, bien, luego de que muchos músicos habían estado «cerca» de crear la melodía perfecta (que resumiera todos los sentimientos), como Close to you de The Carpenters, la Rapsodia turca o el tema de Darth Vader en las quince películas de La Guerra de las Galaxias, hubo un autor, el que refería al principio, que logró descifrar el problema, y desatar el nudo gordiano de la música.
Su criterio fue que debía dejar a un lado la concepción de que se podrían reunir todos los sentimientos al mismo tiempo; concibió una melodía que, según el estado de ánimo del músico, podría transformarse, incluso, sugirió un complejo sistema de cambios para que un ejecutante normal de la música pudiera tocar el sentimiento que él quisiera.
Es decir, el truco que encontró fue que una misma melodía pudiera ser ejecutada con la influencia de cualquier sentimiento, y que reflejara en realidad ese sentimiento, sin confusión alguna de quien escuchare.
Pero, el verdadero problema fue encontrarle letra a esa canción, y que siguiera con su característica de poder representar a cualquier canción.
Con ayuda de un lingí¼ista cubano y un taxista neoyorquino, logró crear, también, la letra perfecta para la canción perfecta.
La letra era una mezcla de todos los idiomas. Estudiaron mucho sobre los efectos que tenía cada fonema en la psique de las personas, y lograron crearla así:
Ru tei gua ti floritaaaaa, u mey, uhhhh. Gua te, si li floritaaaa, tu mei mi.
De hecho, encontraron que un lingí¼ista ya había considerado los efectos de las vocales en su relación con los sentimientos de las personas, por lo que se sintieron muy contentos de que habían coincidido en casi todos los efectos, menos en la «a».
Pero, esto les sirvió para poder realizar algunos matices a la canción. Por ejemplo, si las vocales eran sustituidas todas por la «e», entonces la canción podría representar el sentimiento de la victoria:
Re tee gee ei flereteeeee, e mee, ehhhh. Gee te, se le flereteeee, te mee me.
Si era sustituido por la «i», entonces daría la sensación de asco:
Ri tii gii ti fliritiiiii, i miy, ihhhh. Gii ti, si li fliritiiii, ti mii mi.
Por la «u», la más completa armonía:
Ru tuu guu tu flurutuuuuu, u muu, uhhhh. Guu tu, su lu flurutuuuu, tu muu mu.
Y por la «o», el sonido del silencio:
Ro too goo to florotooooo, o moo, ohhhh. Goo to, so lo florotoooo, to moo mo.
También, para darle sabor europeo, se suprimían todas las vocales:
Rtgtflrtmhhhhgtslflrttmm.
Se quería usarse para exaltar los sentimientos patrióticos, y enviar a jóvenes muchachos a las trincheras, se sustituían todas las consonantes por «r» (y entre más erres mejor):
Rrrrru rrei rua ri frorirrrrrraaaaa, rrru rrrey, rrrrurrr. rrrrua rre, rri rri frorirrrraaaa, ru rei rrirrrrrrrrrrrrrr.
La canción tuvo tanto éxito, que la mayoría de gente se hastío de escucharla tantas veces y con tantas variantes, por lo que se legisló para que se quemaran públicamente todas las grabaciones en cualquier formato de esta melodía, por lo que cobrara nuevos bríos, y volvía a ser escuchada en la clandestinidad, y se convirtió en un himno de la época (eso sí, todas las consonantes debían ser sustituidas por la «p», y las vocales por la «a»). Luego, cuando caía derrocado el gobierno que decretó la prohibición de la melodía, surgían en todas las emisoras programas sobre música del recuerdo, en donde esta melodía era el jingle de identificación (sólo se sustituían las consonantes por «gl»).
Así sobrevivió la canción por muchas épocas, y cada vez que surgía un sentimiento nuevo, como el que surgió en todas las personas del mundo cuando declararon que Plutón no era planeta, los músicos se esmeraban en conseguir la combinación para poder conseguir ese sentimiento, con sólo cambiar alguna consonante, o dos o tres vocales.
Además de la letra, algunas personas realmente disfrutaban de la versión instrumental de la melodía. Pero, para ello, se debían utilizar efectos sonoros para transformarla en el sentimiento adecuado. Por ejemplo, si se quería reflejar la locura, debía interpretarse con piano (como Chopin); o si se quería interpretar la sublimación de todos los sentimientos, se debía tocar con trompeta.
Si un músico se sentía mal porque un hijo suyo se murió de hambre, debido a que el músico siempre será músico, y por lo mismo no conseguía un buen trabajo, y la pobreza era la causa de la desnutrición de su hijo, y quería reflejar ese sentimiento, entonces debía interpretarla tono y medio abajo.
Si se utilizaba para flirtear, sólo con bemoles; si se utilizaba para bailar, una octava arriba; si se utilizaba para marchas fúnebres, debía alargarse cada nota lo más posible, especialmente si se utilizaba un instrumento de viento, con el cual se podían utilizar dos personas para que, mientras uno soplaba, el otro tomaba aire y lo remplazaba en la siguiente nota.
Los críticos de la música lograron encontrar el tema de la canción, y definieron que era éste:
do do do sol la