La ministra de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Livni, viajó a Washington en medio de crecientes preocupaciones por un posible cambio de rumbo en la política de Estados Unidos tras la publicación del informe Baker.
Livni viajó ayer por la noche a Washington, donde tiene previsto reunirse con importantes responsables, anunció el viernes su ministerio en Jerusalén.
Este viaje será una ocasión para examinar con sus interlocutores el informe Baker y debatir sobre su alcance, afirmó un portavoz ministerial.
El informe estadounidense sobre Irak, publicado el miércoles y redactado por una comisión copresidida por el ex secretario de Estado James Baker, aboga por un compromiso de Washington para resolver el conflicto israelo-palestino y una retirada israelí de la meseta siria del Golán, a cambio de un acuerdo de paz entre Siria e Israel.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, trató el jueves de disociar el conflicto israelo-árabe de la situación en Irak, expresando abiertamente su desacuerdo con el informe Baker, que hace temer una reorientación de la política de Estados Unidos, principal aliado del Estado hebreo.
Todo el mundo afirma estar preocupado. Si se aplica, el informe Baker reforzará el islam radical en el mundo entero e Israel se quedará solo en la lucha, sin Estados Unidos, estimó Eytan Gilboa, profesor de ciencias políticas de la Universidad Bar-Ilan.
La cuestión es saber si el presidente estadounidense George W. Bush lo ratificará. Los meses venideros lo dirán. Pienso que se están ejerciendo intensas presiones sobre Bush, aunque él no crea personalmente en una política complaciente con respecto a Siria e Irán, añadió.
El diario Yediot Aharonot estima que Bush ya dio un giro apoyando el jueves, durante una conferencia de prensa en Washington, la visita que hará la próxima semana el primer ministro británico, Tony Blair, a Israel y a los territorios palestinos.
En cambio el periódico israelí Haaretz apoya el documento al estimar que no refleja una actitud hostil hacia Israel sino que podría considerarse como una esperanza.
En una entrevista publicada el viernes en Yediot Aharonot, uno de los asesores estadounidenses que contribuyó a la elaboración del informe estima que si Estados Unidos cambia de política en Oriente Medio, Israel lo seguirá.
Respeto mucho a (el primer ministro israelí) Ehud Olmert. Estimo que si nosotros nos movemos, él también se moverá, declaró Edward Djerejian, ex embajador estadounidense en Siria e Israel.