El canciller cubano Bruno Rodríguez denunció hoy ante Naciones Unidas que a pesar de las reformas económicas y sociales que realiza la isla, Estados Unidos mantiene sus fundamentos «inamovibles» y el embargo, bajo la batuta del presidente Barack Obama, ha sido «recrudecido», sobre todo en el sector financiero.
Minutos después de su discurso, 188 miembros de la Asamblea General de la ONU votaron a favor del levantamiento del embargo impuesto por Washington a la isla, con tan sólo Estados Unidos e Israel declarándose en contra.
Palau, un país que normalmente se suma a la posición de Estados Unidos e Israel, se abstuvo este año de votar. Micronesia y las islas Marshall tampoco votaron.
Rodríguez, que cada octubre viaja a Nueva York con motivo de la votación, destacó que la isla sigue enfrascada en un profundo proceso de transformaciones, dirigidas a hacer más eficiente la economía socialista y mejorar el nivel de vida de la población. Aun así, señaló, Estados Unidos sigue anclado en la guerra fría, con sanciones que permanecen «intactas y se aplican con todo rigor».
«A pesar de que Washington ha autorizado muy selectivamente algunos intercambios culturales, académicos y científicos, éstos continúan sujetos a severas restricciones y múltiples proyectos de este tipo no pudieron realizarse debido a las negativas de licencias, visas y otras burocráticas autorizaciones», dijo el ministro en su discurso.
El canciller también destacó que la reciente reanudación de las conversaciones migratorias y sobre correo postal entre Estados Unidos y Cuba, así como el desarrollo de contactos acerca de otros temas de interés mutuo, como las operaciones de respuesta a derrames de hidrocarburos, demuestran que un diálogo es posible.
El año pasado la resolución en contra del embargo también obtuvo188 votos a favor. Estados Unidos, Palau e Israel votaron en contra de la resolución, mientras que las islas Marshall y Micronesia se abstuvieron.
La Asamblea General está integrada por 193 países. El organismo condena las sanciones estadounidenses contra el país caribeño desde hace más de dos décadas, pero la votación no es vinculante, por lo que Estados Unidos no se ve obligado a modificar su posición. Las relaciones entre Washington y La Habana se enfriaron tras el triunfo de la revolución cubana hace más de medio siglo y Estados Unidos impuso las sanciones con el objetivo de presionar para lograr cambios en el sistema político de la isla.
Por su parte, Ronald Godard, diplomático estadounidense en asuntos del hemisferio occidental ante la Asamblea General, defendió el embargo como «una de las herramientas en nuestros esfuerzos para respaldar el respeto por los derechos humanos y civiles». Godard destacó que a pesar de cambios aperturistas en la isla, Cuba mantiene uno de los sistemas económicos más «restrictivos» del mundo.
En La Habana, los discursos tanto del canciller Rodríguez como del representante estadounidense fueron transmitidos por el canal multinacional Telesur, que en la isla difunde su señal en vivo.
«El mundo le vuelve a decir no al Bloqueo», expresó por su parte el portal oficial Cubadebate, minutos después de la votación en Naciones Unidas, que se esperaba fuera masivamente a favor de la isla.
Varios reportes que mostraron el resultado de la votación destacaron que se trató de la vigesimosegunda ocasión consecutiva en la cual se realiza la condena contra la «criminal política» de Estados Unidos.
El presidente cubano Raúl Castro comenzó una reforma con medidas como una apertura limitada a los pequeños negocios particulares y el trabajo independiente del Estado, mientras abrió el mercado de bienes raíces, así como la compra venta de vehículos. Además entregó tierras ociosas a productores privados y autorizó la creación de cooperativas.
Sin embargo indicó que retendrá bajo en poder estatal sectores sensibles como la salud o la educación y las grandes industrias, mientras espera hacer eficientes a las empresas estatales.
Antes del voto electrónico del martes, países como Ecuador, Bolivia, Indonesia, México o Rusia y grupos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y el Movimiento de Países No Alineados condenaron el embargo, describiéndolo como ilegal, genocida, ilegítimo, inaceptable y despiadado. México señaló que las sanciones generan «severas consecuencias humanitarias». Venezuela, que habló en nombre del Mercado Común del Sur (Mercosur), declaró que el embargo viola la carta de las Naciones Unidas y criticó a Estados Unidos por «castigar» al pueblo cubano.