Canal venezolano RCTV sale del aire


Despedida. Trabajadores de la televisora privada RCTV se despidieron a la media noche al final de la transmisión.

La señal de la televisora más antigua de Venezuela, Radio Caracas Televisión (RCTV), se extinguió en la medianoche de ayer al expirar su concesión que el presidente Hugo Chávez decidió no renovar, y fue sustituida 20 minutos después por el nuevo canal estatal Tves.


Tomados de la mano, los empleados de RCTV cantaron el himno nacional antes de que la imagen en las pantallas se ennegreciera con la salida del aire de la única televisión opositora de alcance nacional por señal abierta en Venezuela.

El canal opositor que subsiste es el de información 24 horas Globovisión, cuya señal en abierto llega sólo a Caracas y a la tercera ciudad del paí­s, Valencia, y es difundida también por cable.

«En Venezuela, la democracia y RCTV regresarán», aseguró el presidente de RCTV, Marcel Granier, poco antes de que se extinguiera la señal televisiva.

TVes comenzó a emitir también con el himno nacional ejecutado por el coro y la orquesta sinfónica juvenil Simón Bolí­var bajo la batuta del célebre director venezolano Gustavo Dudamel.

La presidenta de la nueva cadena, Lil Rodrí­guez, realizó un breve discurso de inauguración, de bajo perfil polí­tico, en el que apeló a la «responsabilidad en el marco de nuestra constitución, nuestra soberaní­a, nuestra alegrí­a».

Manifestaciones de protesta de vecinos continuaban en la madrugada del lunes en varios barrios de Caracas.

En la noche del domingo, la policí­a metropolitana no toleró ninguna alteración del orden público y disolvió con gases lacrimógenos manifestaciones de protesta en varios puntos de la ciudad.

Una gran concentración de miles de personas delante de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) fue disuelta después de varios incidentes que dejaron 11 policí­as metropolitanos heridos, según el general Francisco Romero, director de la policí­a Metropolitana, quien justificó la represión en que se produjeron algunos disparos de armas de fuego.

«La manifestación quedó disuelta debido a que desde algún carro alguien disparó con arma de fuego», dijo Romero.

Las pantallas de RCTV difundieron entre risas y lágrimas, durante todo el domingo, un maratónico programa de despedida denominado «Un amigo es para siempre».

Según las encuestas, entre 70% y 80% de los venezolanos discrepan con la decisión del gobierno de no renovar la licencia de transmisión de RCTV.

En una conferencia de prensa en el canal, Granier no descartó la posibilidad de seguir emitiendo con otra tecnologí­a, pero dijo que «el gobierno está presionando a las empresas de cable y satélite para que nos saquen del aire».

RCTV se apagó con el aplauso de la televisora estatal Venezolana de Televisión (VTV), identificada con el chavismo, y el silencio de sus competidoras privadas de alcance nacional, Televen y Venevisión, mientras Globovisión le brindó todo su apoyo.

Granier denunció las medidas que «privilegian a otros y discriminan a RCTV» y que son consecuencia de «intereses mercantilistas que protegen turbias complicidades y negociados», aseguró.

Venevisión, del magnate Gustavo Cisneros también dueño de Direct TV América Latina y concuñado de Granier, obtuvo la renovación de su concesión que también vencí­a este domingo. Después del referendo que en 2004 confirmó a Chávez en la presidencia, Venevisión al igual que Televen abandonaron la confrontación.

«Sí­, creo que la lí­nea editorial de un medio y la cantidad de publicidad que recibe del gobierno nacional tiene mucho que ver con la renovación del servicio», enfatizó Granier.

En Venezuela subsisten importantes diarios opositores, así­ como emisoras de radio que dan un amplio espacio a los que adversan a Chávez.

Pero el gobierno concentra cada vez más medios en sus manos, al tiempo que impulsa la creación de medios comunitarios.

Además de Venezolana de Televisión, tiene la televisora Vives, el canal de la Asamblea Nacional, acaba de comprar CTM y controla el canal multiestatal Telesur.

El diario El Nacional, en un editorial publicado en su primera página bajo el tí­tulo de «Poder sin lí­mites», afirmó que la medida del gobierno marca «el fin del pluralismo» en Venezuela y denunció «el creciente monopolio de la información ejercido a través de los medios audiovisuales en poder del Estado».

Por el contrario, el director de Ultimas Noticias, el diario venezolano de mayor tiraje, Eleazar Dí­az Rangel, escribió el domingo que la medida del gobierno sólo afecta «la libertad que han tenido los dueños de RCTV a informar lo que han creí­do importante y a no informar lo que, siendo importante, no convení­a a sus negocios o intereses polí­tico-empresariales».

«Como Hitler»

El arzobispo venezolano Baltasar Porras Cardoso acusó al presidente Hugo Chávez de actitudes totalitarias similares a las de Fidel Castro, Adolfo Hitler y Benito Mussolini, tras su decisión de no renovar la señal de RCTV, la emisora de televisión más antigua de Venezuela.

Porras, arzobispo de Mérida, dijo en declaraciones publicadas el lunes por el diario brasileño O Estado de Sao Paulo, que el fin de transmisión del canal privado RCTV tuvo «razones polí­ticas» y es una muestra del «sectarismo» del gobierno venezolano.

«El sectarismo de este gobierno cierra cada dí­a más el espacio para aquellos que no estén alineados totalmente con él», declaró el prelado que participa en la Asamblea de Obispos Latinoamericanos en Aparecida, a unos 180 km de Sao Paulo.

«Este sistema revolucionario bolivariano venezolano, una mezcla de elementos marxistas, populistas, en muchas cosas está próximo de gobiernos como el de Fidel Castro (en Cuba) y de posturas adoptadas por Hitler y Mussolini en Europa», afirmó.