Las autoridades del Canal de Panamá calificaron ayer como positiva la intención del consorcio que construye las nuevas esclusas de ventilar sus reclamos de sobrecostos multimillonarios dentro del contrato, aunque aclaró que la intención de suspensión de los trabajos por parte de ese grupo multinacional aún se mantiene.
El administrador del canal, Jorge Luis Quijano, anunció que hoy sostendrán una reunión con el Grupo Unidos por el Canal, consorcio liderado por la empresa española Sacyr Vallehermoso, en lo que será el primer encuentro desde que el grupo amenazó, mediante una carta el 30 de diciembre, con paralizar la ampliación por problemas económicos y sobrecostos por mil 600 millones de dólares.
Quijano y otros directivos del canal recibieron ayer a la ministra de Fomento de España, Ana Pastor, quien viajó este fin de semana para ayudar a buscar medidas de solución al litigio, en que se ve involucrada la firma privada española. Pastor se reunió antes con representantes del consorcio y el presidente panameño Ricardo Martinelli.
«La parte buena es que la ministra nos ha mandado el mensaje de que lo que ha venido planteado la Autoridad del Canal es que se maneje todos los recursos de reclamación a través del contrato», dijo Quijano.
«Todavía queda la intención de suspensión», agregó.
Sacyr y sus otros tres socios en el proyecto —la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana S.A— dieron al canal 21 días, a partir del 30 de diciembre, para alcanzar un acuerdo que le reconozca costos extraordinarios durante los trabajos que estima en mil 600 millones de dólares o de lo contrario suspenderá la obra por falta de recursos.
De acuerdo con el grupo, los sobrecostos tienen que ver con situaciones que no fueron previstas adecuadamente por las autoridades del canal durante el proceso de licitación, cómo lidiar con muchas más fallas geológicas en el terreno e inconvenientes con el material de basalto excavado para preparar el concreto.