Representantes de más del 95% de 18 mil habitantes que integran 53 aldeas en San Sebastián Coatán, Huehuetenango, llegaron hasta la capital de Guatemala para anunciar el cierre de sus territorios a las actividades mineras que han sido autorizadas para explotar plomo, cobre y zinc.

Anticiparon que harán que se respeten las consultas que ya efectuaron entre sus habitantes, quienes no están dispuestos a que se sufra el mismo impacto que está sufriendo San Marcos con la explotación del oro, que ya tiene consecuencias en la salud de sus pobladores y el deterioro y contaminación de las fuentes de agua.

Rechazan que el Presidente de la República junto con las carteras de Energí­a y Minas y la de Recursos Naturales, de espaldas a la población están autorizando la exploración y la explotación de los recursos naturales no renovables y con ello la potencial destrucción del ambiente, que dejará graves consecuencias a sus pobladores.

Hicieron el recuento que hasta la fecha van autorizadas más de 36 licencias y así­ se revela el modelo de exploración masiva de los recursos que se inició y potencializó con la administración del gobierno de ílvaro Arzú, y que no ha dejado más que pobreza y miseria a las comunidades.

Para el próximo 22 de noviembre anunciaron gran concentración de la población en San Sebastián Coatán, Huehuetenago para demostrar con hechos la inconformidad y rechazo a esas actividades mineras.

La Coordinadora de Asamblea Departamental de Pueblos de Huehuetenango también se encuentra inconforme con el proyecto de la Franja Transversal del Norte, que sin dudar tendrá impacto negativo sobre las comunidades huehuetecas.

El Gobierno y las empresas no le dicen nada al pueblo sobre los precios de los productos que explotan y solo dejan una migaja con el pago de regalí­as, manifestaron los lí­deres en la conferencia de prensa.

Además, temen que de no escuchar a los inconformes, los conflictos se puedan desatar y agravar en el futuro si entran en operación las empresas.

«Con las consultas a los pueblos se le está sacando el trabajo al Gobierno, pero no les hacen caso», dijo Francisco Mateo Morales, coordinador de la asamblea.

Para este martes está prevista la llegada a Guatemala de pobladores de Quiché y de algunas poblaciones de Alta Verapaz, departamentos donde también están rechazando la actividad minera, porque se está atentando contra la naturaleza y ponen en riesgo la vida de las comunidades.