Para las campañas presidenciales en Guatemala, todo candidato, analista político o político que participe en la contienda tiene que tener presente algunas premisas:
Primero: conocer que el guatemalteco tiene la impresión de que una Primera Dama debe de ser una señora elegante, culta y si es posible de buen aspecto físico.
Segundo: estar claros de que rápidamente se nos olvidan los actos de corrupción en que han estado involucrados los candidatos con el argumento de que fueron fabricados por el gobierno de turno.
Tercero: saber que la opinión pública es fácilmente manipulable por la radio y la televisión.
Cuarto: la influencia del discurso populista, aunque en Guatemala ya está un poco gastado.
Si las cosas funcionan como hasta hoy se van dando, dentro de tres meses tendremos tres candidatos casi empatados en el primer lugar y otros dos a distancia un poco lejos de los primeros, por las razones apuntadas anteriormente.
Si con la exposición anterior no quedó muy claro por qué estarán en esas posiciones los primeros cinco candidatos déjeme tratar de ser un poco más específico. Si trata de desacreditar al candidato del FRG y al de la UNE por los escándalos de corrupción que se han visto envueltos, esto les servirá a ellos para acusar que están siendo difamados pues ya se olvidó de que uno recibió dinero de un funcionario corrupto y que otro se fabricó un montón de contratos cuando fue Ministro.
Algunas de las esposas de candidatos punteros han salido en TV participando en la campaña y dando declaraciones, siendo que la impresión que dan no es la del prototipo de Primera Dama que esperan los guatemaltecos, lo cual impedirá que los esposos candidatos ganen nuevos adeptos.
Por último cuando la radio y la televisión empiecen con una fuerte campaña por el candidato pariente del dueño de estos medios de comunicación, parte de la población más susceptible pasará a apoyar a ese candidato, a expensas del candidato puntero de hoy. Si el análisis que se hace fuera correcto, los candidatos estarían así: los de la Gana, UNE y PP con 15% cada uno, FRG 7% y doña Rigoberta Menchú el 6%.
Si las estrategias no cambian a la segunda vuelta llegarían el de la Gana y el del PP y posiblemente la UNE de tercero y el FRG de cuarto, pero bien pudiera ser de tercero.