Campaña adelantada con fondos públicos


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Si algo es evidente en Guatemala en la actualidad, es la utilización de los fondos públicos para el desarrollo de campañas políticas adelantadas, para posicionar la imagen de algunos funcionarios estatales que aspiran a figurar como candidatos a cargos de elección popular en las próximas elecciones.

Félix Loarca Guzmán


Uno de los casos más notorios es el del señor Alejandro Sinibaldi, ministro de Comunicaciones, quien ha estado “aprovechando” los espacios propagandísticos del gobierno, para promocionar su figura  ante su deseo  de ser el  ungido presidencial por el oficialismo.

En la página de los lectores del diario Prensa Libre de Guatemala correspondiente a la edición del sábado 28 de junio pasado, se publicó un comentario del ciudadano Leonel Castellanos Flores, quien con mucho respeto, pero en forma enérgica, critica la campaña anticipada que el señor Sinibaldi ha venido realizando con recursos provenientes de los impuestos que pagamos los ciudadanos.

El comentario del señor Castellanos apareció con el título de: “Hagan obra, no campaña”.  Entre otras cosas se dirige al presidente de la República, Otto Pérez y al señor Sinibaldi, preguntándoles si ya hicieron números sobre cuánto les dan en concepto de impuestos los que cuentan con algún vehículo.

Al respecto, recuerda que la Municipalidad de Guatemala ha anunciado que “ya son más de un millón de vehículos solo en la capital, y si en todo el país fuera un millón y medio, de los cuales el promedio de combustible diario es de un galón que paga Q4.60 de impuesto para carreteras –Ministerio de Comunicaciones y Obras Públicas–, quiere decir que le estamos dando al Estado Q6 millones 900 mil diarios, en un mes Q207 millones, y al año Q 2 mil 484 millones, con lo que se podría hacer obra y no campaña política”.

En la parte final, el señor Castellanos Flores se dirige al señor Alejandro Sinibaldi preguntándole lo siguiente: “¿No cree que en lugar de que aparezca en la televisión esperando que la gente le agradezca lo que es su obligación, sea usted quien nos dé las gracias?  Demandamos que cumpla con su trabajo.”

La percepción que tiene el referido lector no es aislada.  Lo mismo piensan miles de personas que por diferentes razones no pueden  o no tienen oportunidad de expresar su punto de vista.