Los primeros camiones transportando la sonda petrolera que cavará una tercera vía hasta los mineros atrapados en el norte chileno desde el 5 de agosto llegaban hoy al yacimiento, ubicado 800 km al norte de Santiago, informaron fuentes del equipo de rescate.
Más de 40 camiones iniciaron un viaje de 1.000 km ayer desde Iquique (norte) al yacimiento San José, para llegar en tandas a partir de hoy, dijo un funcionario del equipo rescatista.
Los 42 camiones que transportan desarmada a la tercera perforadora marchan en una larga caravana y deberán turnarse para descargar sus piezas, dado que no caben todos juntos en la zona de trabajo.
«Las piezas separadas de la máquina podrían empezarse a armar» el jueves, dijo el ingeniero André Sougarret, a cargo de las tareas de rescate. Se calcula que «en torno al 18 de septiembre (día del bicentenario chileno) podría empezar a perforar», explicó.
La nueva sonda -operada por la empresa canadiense Precision Drilling- tiene capacidad para perforar hasta 2.000 metros de profundidad, a una velocidad que fluctúa, dependiendo de la consistencia de la roca, de 20 a 40 metros por día, explica un documento entregado por el gobierno chileno a la AFP.
Mientras tanto, la máquina que realiza la segunda alternativa de rescate, una perforadora T-130 que comenzó a operar el domingo, alcanzó los 268 metros sobre un total de 630 m, dijo Sougarret.
Esta máquina debe ensanchar un pequeño ducto de ventilación ya construido, para luego volver a horadar hasta alcanzar los 70 cm de diámetro. «Les recuerdo que está en su primera etapa y luego vendrá una segunda etapa», agregó el ingeniero.
Tras alcanzar los 268 metros, la máquina se detuvo por unas horas para tareas de mantenimiento mecánico de rutina.
El ingeniero informó además que la primera alternativa o Plan A, a cargo de una perforadora Strata 950, llegó a los 141 metros sobre un total de 702 m.
Los 33 mineros –32 chilenos y un boliviano– quedaron sepultados por un derrumbe en la mina San José, 800 km al norte de Santiago, en el desierto de Atacama. Recién después de 17 días se logró establecer contacto con ellos, confirmar que estaban vivos y empezar a comunicarse y enviarles alimentos, abrigo y otros elementos.
Los mineros -que recibirán capacitación en medicina de combate para enfrentar posibles emergencias durante las tareas de rescate- utilizan desde hace poco un nuevo sistema para cartearse con sus familias.
Las cartas son enviadas dentro de pequeños tubos de plástico, a su vez metidos en las «palomas» o grandes receptáculos que viajan de arriba a abajo, lo que evita que se mojen al recorrer el ducto.
«Es un buen sistema porque las cartas ya no llegan mojadas», dijo Nelly Bugueño, madre del Víctor Zamora, cuya esposa confirmó el miércoles -tras hacerse una ecografía- que está embarazada de tres meses.
El minero Víctor Zamora, uno de los 33 trabajadores que permanecen atrapados al interior de una mina en el norte de Chile, le escribió a su madre que cree que el accidente le está dando una oportunidad de ser mejor persona y de mejorar la relación con su familia. í‰sta es la carta:
«Hola mamá. Me gustó tu carta todos los días.
Rezamos acá, he pedido muchas cosas a Dios y hasta el momento no me ha fallado. Rico saber el calor de la gente, se nota que me hice querer.
Saluda a todos los hermanos de tu iglesia, diles que estoy tan agradecido por sus palabras que en lo profundo de la tierra hay un rayo de luz, y ese es mi camino, por eso la fe es lo último que se pierde.
Mandale saludos a mi hermana, que también tenemos mucho que hablar, por eso Dios me dio otra oportunidad para hacerlo.
Nací de nuevo, tengo 33 años, somos 33 mineros y Dios tiene 33 años. Es una coincidencia como para un milagro, por eso más fuerzas me da para seguir adelante.
Ya madre, me despido (…).
Cuidate. Te quiero mucho.»