La renuncia de Juan Luis Florido generó una serie de cambios en los altos mandos de las fiscalías del Ministerio Público. La transición ha sido pausada.
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Después de la dimisión de Florido, llegó la de Patricía Lainfiesta, quien presidía la fiscalía de Delitos Administrativos; dos días después renunció Jorge Luis Donado, titular de la fiscalía contra el Crimen Organizado; y finalmente la de ílvaro Matus, jefe de Delitos Contra la Vida.
Aunque hubo otras renuncias, no menos importantes; las anteriores fiscalías son, según analistas, las más demandadas en cuanto a las investigaciones, razón por la que el nombramiento interino de titulares en las mismas provocó la crítica de expertos en el tema.
Extraoficialmente se informó ayer que Amílcar Velázquez Zárate, Jefe del MP, nombró de forma interina quienes presidirían las tres fiscalías citadas: Myrna Carrera, asumió la sección de Delitos Contra la vida; Jorge Marroquín, Delitos Administrativos; y Artemio Tánchez, Crimen Organizado.
Los anteriores nombramientos no fueron confirmados por ningún funcionario del MP. Varias llamadas telefónicas a Velázquez Zárate, Leopoldo Zeizzig, Secretario de Coordinación Técnica y Guillermo Mendoza, Jefe de Relaciones Públicas, fueron infructuosas.
Mal mensaje
Mario Mérida, analista independiente en temas políticos y de seguridad, opinó que el nombramiento interno de fiscales de esas secciones envía un mensaje «poco alentador», porque significa que es institución no cuenta con las personas que formalmente deben asumir la responsabilidad de conducir esas fiscalías tan importantes en el MP.
«El mensaje que envían a la población es que no se tiene la suficiente confianza en las personas que fueron designadas como para nombrarlas formalmente a esas fiscalías, porque con alguna experiencia en el MP y conocimiento natural como abogados, podrían desempeñarse mejor si están sabidos que van a permanecer en las fiscalías durante toda la administración de Zárate», explicó Mérida.
El analista consideró que los efectos de esos nombramientos tendrán obvios efectos en la institución, entre los que relató: «Que se perciba que el ajuste no vaya en función de mejorar el rendimiento del MP sino en cuestiones coyuntuales».
Mérida también opinó que los procesos iniciados por los fiscales que renunciaron podrían sufrir un retraso. «Quizá les dan más espacios de maniobra a los abogados defensores de personas involucradas en los casos de esas fiscalías», explicó.
Toman su tiempo
Hellen Mack, analista de la Fundación Myrna Mack, opinó que esa institución sólo continúa con la depuración: «el Fiscal General se estará tomando su tiempo para buscar a los fiscales adecuados. Lo que esperaríamos es que el fiscal nombre a las personas adecuadas», comentó la entrevistada
Mack añadió «Las fiscalías no deben sufrir en su trabajo cotidiano porque el trabajo de los fiscales de sección es orientar el trabajo que realizan en cada uno de los casos que llevan las fiscalías», indicó.
En cuanto al tiempo que han llevado esos cambios, Mack consideró que éstos son «complejos» por lo que los movimientos llevan tiempo en el que el Fiscal General está buscando el perfil adecuado, el cual, según la analista enmarca «el manejo del tema, la honestidad y el valor».
La entrevistada reiteró que los casos que se investigan en el MP no tendrían que sufrir ningún retraso, pero dijo también que espera que los cambios no se den durante todo un año.
La información sobre los cambios definitivos y la juramentación de los nuevos jefes de las fiscalías de sección antes citada, no fue confirmada por ningún funcionario del MP.
Rony López, presidirá la fiscalía Contra el Crimen Organizado.
Tatiana Morales la fiscalía de Delitos Administrativos.
Para la Fiscalía de Delitos Contra la Vida no se ha confirmado a ningún fiscal.