La obesidad infantil constituye actualmente la peor crisis de salud en Estados Unidos, indicaron expertos esta semana, urgiendo a los padres a prohibir la televisión en las habitaciones de los niños y a los legisladores a aplicar un impuesto a los refrescos cargados de azúcar.
Dos tercios de los adultos estadounidenses y aproximadamente un quinto de los niños estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos y el aumento de la tasa de obesidad en Estados Unidos ha tenido un efecto debilitador en la salud de los ciudadanos así como en el gasto en salud del país.
Además del hecho de que le está costando a Estados Unidos miles de millones de dólares por año, la obesidad significa que la nueva generación de estadounidenses podría vivir menos que sus padres.
La obesidad infantil «es el problema de salud pública número uno en el país, poniendo a la generación más joven en riesgo de ser la primera en la historia de nuestro país en tener una vida más corta que sus padres», dijo el ex presidente Bill Clinton el lunes en el Congreso «El peso del país».
El Congreso fue el primer encuentro dedicado a la obesidad organizado por el Centro de control y prevención de enfermedades (CDC). Clinton representaba a la Alianza para una generación más saludable, que busca reducir drásticamente la obesidad infantil para 2015.
Los funcionarios del CDC plantearon dos docenas de pasos -desde prohibir la televisión en los dormitorios de los niños hasta facilitar la compra de comida fresca- que ayudarían a bajar las tasas de obesidad y los costos médicos asociados, que se han casi duplicado desde 1998.
Hace 11 años, los costos médicos asociados a la obesidad eran de cerca de 78.000 millones por año; en 2006, subieron a unos 147.000 millones anuales, según un estudio divulgado el lunes, con motivo de la conferencia.
Por cápita, el gasto médico para individuos obesos fue 42% superior al requerido para quienes tienen un peso normal, señaló el principal autor del estudio, Eric Finkelstein, que dirige el programa de salud pública del instituto de investigación RTI International.
La mayor parte de los gastos vinculados a la obesidad, según los investigadores, no tiene que ver con procedimientos como la cirugía bariátrica (operación del estómago y los intestinos) sino con tratamientos vinculados a las enfermedades asociadas a la obesidad, como la diabetes.
«La mayor porción de la diabetes en Estados Unidos es causada por el exceso de peso», indicó el doctor Thomas Frieden, director del CDC.
El costo general de tratar la diabetes es de 191.000 millones de dólares por año, según el estudio liderado por Finkelstein.
La única forma de reducir la obesidad, según Clinton, Frieden y William Dietz, director de la división de nutrición y actividad física del CDC, es que los estadounidenses cambien su modo de vida.
«Tenemos que cambiar lo que ocurre en nuestros hogares, nuestras comunidades, nuestras escuelas», dijo Clinton en el encuentro.
El estadounidense promedio tiene actualmente 11 kg de sobrepeso. Además, casi la mitad de las 350 calorías extra por día que consumen los estadounidenses provienen de los refrescos.
Estas cifras han llevado a Frieden -que usó la aplicación de fuertes impuestos a los productos tabacaleros como punta de lanza de una exitosa campaña para reducir el consumo de tabaco en Nueva York- a sugerir una tasa similar sobre las bebidas azucaradas para ayudar en la lucha contra la obesidad.
Se considera obesas a las personas con un Indice de Masa Corporal -calculado dividiendo el peso de la persona en kilos por su altura al cuadrado, en metros- superior a 30 (el peso considerado normal es un IMC de 18,5 a 25).
El encuentro coincidió con un fuerte debate en el Congreso sobre la reforma de la salud propuesta por el presidente Barack Obama.
Estados Unidos gasta casi dos veces más en tratar las enfermedades producidas por la obesidad que en tratar el cáncer, afirmó ayer la secretaria de Salud estadounidense, Kathleen Sebelius.
«Gastamos casi 150 mil millones de dólares por año para curar enfermedades vinculadas a la obesidad», declaró Sebelius en una conferencia sobre la obesidad organizada por el Centro de control y prevención de enfermedades (CDC).
La American Cancer Society, indicó, estima que tratar todos los tipos de cáncer combinados cuesta al sistema de salud unos 93 mil millones anuales.
Sus comentarios llegaron un día después de que un estudio divulgado en la conferencia revelara que el gasto médico en condiciones vinculadas a la obesidad alcanzó 147 mil millones de dólares por año.
«Si hubiera una epidemia en este país de niños enfermándose de cáncer, al mismo nivel de la tasa que enferma de diabetes, creo que tendríamos a la gente pidiendo a gritos algún tipo de solución nacional», dijo Sebelius.
«Pero frente a los problemas de peso -porque no parecen tan dramáticos hasta más adelante en la vida- hemos sido lentos en actuar».
Sebelius añadió que el combate contra la obesidad estaba entre los objetivos del sistema de salud propuesto por el presidente Barack Obama.