Doce personas murieron el sábado a raíz de la violencia en Irak, donde las fuerzas armadas estadounidenses estudian un cambio de rumbo para hacer frente a los grupos de insurgentes, entre ellos Al-Qaeda, que prometió movilizar a 12 mil combatientes contra las tropas norteamericanas.
Ocho civiles iraquíes fallecieron en un atentado y un oficial de los servicios secretos del país murió a manos de rebeldes que dispararon contra su coche en un barrio de Bagdad, informó una fuente de seguridad.
«Un coche con bomba y una bomba artesanal explotaron simultáneamente poco antes de las 12:00 en el centro de Bagdad» en el barrio comercial de Hafez al Qazi, anunció esta fuente.
Poco antes, hombres armados interceptaron el vehículo de un oficial de los servicios secretos iraquíes, cuya identidad no fue revelada, y dispararon contra él en el barrio al-Bayaa, en el sur de la capital.
Los miembros de la policía, del ejército y de otros organismos de la seguridad pública son frecuentemente blanco de los ataques de los rebeldes armados.
En una semana, del 2 al 8 de noviembre, 39 policías fueron asesinados y 170 heridos en diferentes ataques en Bagdad, según el portavoz del ministerio iraquí del Interior, el general Abdel Karim Jalaf.
Por otra parte, la policía descubrió el sábado los cuerpos de cinco personas asesinadas en varios barrios de Bagdad, entre ellos el de una mujer, según una fuente de seguridad.
Mientras la violencia persiste en el país, Estados Unidos estudia un posible cambio de estrategia.
«Tenemos que hacer una revisión honesta sobre qué es lo que funciona, qué es lo que no funciona, cuáles son los impedimentos para el progreso y qué debemos cambiar de la forma en que lo estamos haciendo», dijo el general Peter Pace, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, en una entrevista con la cadena CBS.
Funcionarios del Pentágono indicaron que Pace ordenó la formación de un grupo de estudio en el seno del Estado Mayor, al cual sumó estrategas con experiencia reciente en Irak. Los resultados se esperan dentro de 60 días.
El general Pace evitó, en varias entrevistas, entrar en detalle sobre las recomendaciones que el Estado Mayor pondrá sobre la mesa del nuevo secretario de Defensa, el ex director de la CIA Robert Gates.
La célula iraquí de Al-Qaeda amenazó ayer con hacer estallar la Casa Blanca como parte de un plan para la instauración de un «califato islámico», y afirmó que dispone de 12 mil combatientes en el país del Golfo, según una grabación sonora atribuida a su jefe, Abu Hamza al Muhajer, y difundida por Internet.
Por otra parte, el ejército estadounidense en Irak anunció que su gobierno ofrece una recompensa de 50 mil dólares por toda información que posibilite la liberación de Ahmed Qusai al-Taie, el soldado norteamericano de origen iraquí secuestrado el 23 de octubre en Bagdad.
«Ahmed Qusai al-Taie es un norteamericano de origen iraquí que se instaló en Estados Unidos cuando era adolescente, y se sumó a la reserva del ejército de Tierra en 2004. Fue movilizado en agosto de 2005 y desplegado en Irak tres meses después», recordó el ejército en un comunicado.
Al-Taie, de 41 años, es traductor en el ejército norteamericano. Fue secuestrado el 23 de octubre en Bagdad, tras salir sin permiso y sin avisar a sus superiores de la Zona Verde, el área fortificada del centro de la capital, para visitar a familiares.
Por último, un marine murió el viernes en Irak «al margen de operaciones de combate», informó el ejército.
Un total de 2.841 militares norteamericanos han muerto en Irak desde la invasión en marzo de 2003, según un recuento en base a informaciones del Pentágono.