Cambio climático


Problemas. Millones de personas podrí­an tener dificultades para obtener agua potable como consecuencia del cambio climático.

El cambio climático, establecido como inevitable, acentuará las desigualdades al exponer las regiones más desfavorecidas a acontecimientos extremos y otras penurias, según el mapa mundial que expertos de la ONU presentarán la semana que viene en Bruselas.


Por el contrario, las latitudes templadas podrí­an, en un primer tiempo, reducir las consecuencias, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), dependiente de las Naciones Unidas y que el 6 de abril publica la segunda parte de su informe mundial, dedicado esta vez a las consecuencias, por sector y por región.

En su capí­tulo cientí­fico, dado a conocer a principios de febrero en Parí­s, el IPCC predijo un calentamiento medio de la Tierra de entre 1,8 y 4 grados, de aquí­ al 2100 con respecto a finales del siglo XX, en función de distintos escenarios de crecimiento económico y demográfico.

Según el proyecto de documento de esta segunda parte, que será arduamente negociado en Bruselas del 2 al 5 de abril, es «probable» (66% de posibilidades) que, desde ahora y hasta el año 2080, entre 1.100 y 3.200 millones de personas sufran de falta de agua y, entre 200 y 600 millones, de hambre.

Siguiendo los diferentes escenarios, entre 2 y 7 millones de habitantes se sumarán cada año a la población afectada por las inundaciones en las regiones costeras.

Las zonas más castigadas corresponderán al continente africano, así­ como a los Articos, donde el calentamiento tendrá una amplitud todaví­a superior al disponer de menos medios para estos cambios, advierten los expertos del IPCC.

«Los paí­ses en desarrollo insistirán lógicamente sobre este punto en Bruselas para hacer valer su necesidad de ayuda», avanza un delegado occidental.

El aumento de las olas de calor, «muy probablemente» (más del 95% de posibilidades), en la mayorí­a de regiones del Planeta y la extensión de zonas azotadas por la sequí­a harán explotar la demanda de agua, sobre todo por irrigación.

Si bien una media de calentamiento de 2 grados puede tener un impacto positivo para las tierras agrí­colas en las latitudes del norte, más allá de los 3 grados, se convertirá en negativa, se detalla en el estudio.

El agua será más abundante en el Norte (65% de posibilidades), pero la nieve de primavera retrocederá en una superficie equivalente a tres o cuatro veces el territorio de Francia. Los Alpes, que ya se calientan más rápido que en otras partes del oeste de Europa, perderán un tercio de sus estaciones de esquí­ con una elevación global de 2 grados y, dos tercios, si son 4 grados.

En el resto del mundo, la modificación de los regí­menes de precipitaciones y el incremento de los fenómenos extremos, como ciclones tropicales, influirán severamente en las fuentes de agua. Es decir, con 2 grados suplementarios, entre mil y 2 mil millones de personas vivirán en situación de penuria agravada (hasta 3.200 millones, si el aumento es de 4 grados). En estas circunstancias, una cuarta parte de humanidad padecerá inundaciones.

En las regiones costeras, especialmente en los grandes deltas de Asia, Bangladesh y los Estados insulares del Pací­fico, la subida del nivel de los océanos, de entre 20 y 60 centí­metros de aquí­ a 2100, tendrá las consecuencias más graves.

El calentamiento de los océanos provocará (66% de posibilidades) un «declive mayor» de los corales, con el emblanquecimiento si se trata de 2 grados y, su muerte, si va más allá.

En total, entre el 20 y el 30% de las especies actuales estarán amenazadas de extinción si la temperatura aumenta entre 1,5 y 2,5 grados, subraya el documento.

Los cientí­ficos rechazan ceder al alarmismo, aunque alertan sobre las dificultades de adaptación de los más vulnerables. «Es posible adaptarse a las olas de calor, sobre todo en el Hemisferio Norte, pero esta idea es muy egoí­sta», declara Jean Jouzel, miembro de la oficina del IPCC.

íšltimas previsiones

El Grupo de Expertos Intergubernamentales sobre la Evolución del Clima (IPCC, según sus siglas en inglés), que el 6 de abril publicará en Bruselas un mapa mundial por sectores y regiones, hizo público en febrero su informe cientí­fico que se resume en estos puntos.

RESPONSABILIDAD HUMANA:

– Las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por actividades humanas son responsables del aumento de la temperatura media del Planeta desde mediados del siglo XX (más del 90% de certeza).

– El cambio climático observado estos últimos 50 años, que ha comportado un calentamiento general de la atmósfera y el océano y la disminución de la masa glaciar, no puede explicase sólo por causas naturales.

– Las emisiones pasadas y futuras de dióxido de carbono seguirán contribuyendo al calentamiento y a la elevación del nivel del mar durante más de un milenio debido a la duración de la vida de estos gases en la atmósfera.

TEMPERATURAS:

– A finales de siglo, las temperaturas aumentarán entre 1,8 y 4 grados con respecto a 1980-1999. Se trata de valores medios dentro de una horquilla más amplia, que va 1,1 a 6,4 grados.

– El calentamiento más importante se espera en los continentes y las latitudes elevadas; el menos importante, en el sur del océano Indico y en algunas partes del Atlántico Norte.

– El calentamiento se aceleró en los últimos años: 0,74 grados en la última centuria (1906-2005).

OCEANOS Y GLACIARES:

– El nivel del océano podrí­a subir, según los escenarios, entre 18 y 59 centí­metros hasta finales de siglo, con respecto a los niveles de 1980-1999. Desde 1961, la temperatura media del océano ha aumentado hasta una profundidad de 3.000 metros.

– Un recalentamiento medio de 1,9 a 4,6 grados con respecto a los valores de la era pre-industrial acarrearí­a durante varios milenios la desaparición completa del hielo en Groenlandia y una elevación media del nivel del mar de alrededor de siete metros.

FENOMENOS EXTREMOS:

– Las temperaturas extremas, las olas de calor y las fuertes precipitaciones serán cada dí­a más frecuentes.

– Los futuros ciclones tropicales, así­ como los tifones y los huracanes, serán más intensos.

– Las precipitaciones serán más fuertes en las latitudes elevadas, pero disminuirán en la mayorí­a de regiones emergidas subtropicales.