Cambio climático y prevención de riesgo


Luis Roberto Cajas, luisrcajas@yahoo.com

Partamos de la premisa que Estados Unidos, Europa y Japón son los principales emisores de dióxido de carbono, y por lo tanto los que mayor esfuerzo deberí­an realizar. Pero ¿cómo pueden los paí­ses con economí­as pequeñas contribuir para evitar el calentamiento global? En Guatemala utilizamos 65% de petróleo para generar energí­a eléctrica, contribuyendo de esta forma al calentamiento global por la emisión de dióxido de carbono. Entonces el reto es construir más hidroeléctricas o utilizar el viento y el sol solo para ejemplificar cómo producir energí­a eléctrica a bajo costo y limpia. Los basureros municipales, que abundan por doquier, también producen gases de efecto invernadero a través del gas metano, si se lograra invertir en la construcción de biodigestores, que convierten la basura en energí­a, también pondremos nuestro grano de arena. La siembra masiva de árboles con gran capacidad de producción de oxigeno será de gran valor. A nivel personal podrí­amos contribuir utilizando bombillas ahorradoras de energí­a, vehí­culos económicos en el uso de gasolina o simplemente afinando los motores de estos, el gobierno hace bien en no incentivar la importación de carros usados de modelos antiguos.

Algunos lí­deres de opinión, no le dan credibilidad a estudios cientí­ficos que pronostican que la temperatura media de la tierra podrí­a aumentar entre 1,4 y 5,8 grados celsius de aquí­ al año 2100, con efectos devastadores, en ámbitos socioeconómicos, polí­ticos y culturales. Ellos dicen que no hay evidencia contundente para afirmar que se está produciendo calentamiento global. Lo que no entiendo es si sus dudas son bien intencionadas o todo lo contrario y lo que pretenden es evitar a toda costa un compromiso por parte de Estados Unidos, y de otros paí­ses desarrollados, ya que para muchas personas representa un cambio en su estilo de vida, así­ como un sacrificio en su libertad de elección y para algunos empresarios un aumento de sus costos.

Será que el humano se convirtió en un ser tan egoí­sta, como consecuencia de la ideologí­a liberal, que solo piensa en su bienestar individual presente en menoscabo de las futuras generaciones.

¿Por qué los humanos invierten sumas millonarias anuales en la compra de seguros, contra incendios, robos o enfermedades? Porque les gusta estar prevenidos ante el riesgo. Así­ como se invierte en seguros personales contra riesgos también deberí­a invertirse recursos económicos que vayan directamente dirigidos a la reducción de gases de efecto invernadero; sacrifiquemos un poco nuestra libertad de elección y bienestar presente a favor de las futuras generaciones, y tomemos todo ello como si fuese la compra de un seguro general, para nuestros descendientes. Suponiendo momentáneamente que el cambio climático fuese un suceso incierto, lo más sensato serí­a entonces cubrirnos contra riesgo. Démosle una oportunidad a la Tierra, no podemos equivocarnos ni vacilar en nuestras decisiones, ya que este planeta es nuestro único hogar.