Cambio climático


Tanto glaciales, como desiertos y lugares con vegetación resultarán afectados debido al cambio climático.

El tiempo apremia para enfrentar al calentamiento del planeta, advierten los expertos mundiales del clima que se reúnen a partir del próximo lunes en Bangkok para censar los medios de lucha contra el cambio climático.


Los esfuerzos de los 20 a 30 próximos años serán «determinantes» para la temperatura media del planeta a largo plazo, indica el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima (GIEC), en un documento de trabajo al que pudo acceder la AFP.

El GIEC, creado por la ONU, publicará el 4 de mayo su «resumen destinado a los responsables», una sí­ntesis del informe del grupo de trabajo encargado de estudiar soluciones para limitar las emisiones de gas con efecto de invernadero.

En el borrador -del que la AFP obtuvo copia- el GIEC presenta diferentes posibilidades para atenuar el calentamiento.

Estabilizar las concentraciones de dióxido de carbono (C02) en la atmósfera en 650 partes por millones (ppm) de aquí­ a 2030 contra 379 ppm en 2005, sólo costarí­a un 0,2% del productor interior bruto mundial, según ese documento.

De 1970 a 2004, las emisiones de gas con efecto de invernadero aumentaron un 70%, y hasta un 80% en el caso del más importante, el CO2.

Un segundo escenario más ambicioso apuesta por una estabilización de las emisiones en 550 ppm de aquí­ a 2030, lo cual costarí­a un 0,6% del PIB, un 0,1% de crecimiento anual.

Este nivel de 550 ppm corresponde ya a una subida de la temperatura media del planeta del orden de 2,2°C respecto al periodo actual.

El objetivo de la Unión Europea es de limitar a 2°C el calentamiento con relación a 1990.

Una estabilización todaví­a más ambiciosa (445 a 535 ppm) costarí­a un 3% del PIB mundial de aquí­ a 2030, según el documento.

Luchar contra el cambio climático «no es muy caro pero requiere esfuerzos», subraya Jean-Charles Hourcade, director del Centro Internacional de Investigación y Desarrollo (CIRED) que contribuye al informe.

Hourcade espera que las negociaciones de Bangkok conduzcan a un acuerdo a pesar de los riesgos de fricción entre Europa, Estados Unidos o China, que son los mayores contaminantes, porque «es mejor no actuar demasiado tarde».

De aquí­ a 2030, existe un «potencial importante de reducción de las emisiones» en todos los sectores «suficiente para compensar el crecimiento global de las emisiones o para reducirlas por debajo de los niveles actuales», según el documento del GIEC.

«Las tecnologí­as y medidas necesarias para luchar contra el cambio climático ya existen», estima Stephan Singer, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que pide «valentí­a» a los responsables polí­ticos para imponer su uso.

«El mundo necesita un plan global para la seguridad del clima y la energí­a, las negociaciones en Bangkok mostrarán si nuestros responsables polí­ticos están a la altura», añade.

El economista británico Nicholas Stern estimaba en su informe, publicado en diciembre, que es necesario consagrar un 1% del PIB mundial al año a la lucha contra el calentamiento, pero si no se hace nada costará un 5% del PIB mundial.

Este capí­tulo vendrá a completar los dos primeros de este cuarto informe: uno publicado el 2 de febrero en Parí­s sobre la magnitud del cambio climático y otro del 6 de abril en Bruselas sobre las consecuencias de este fenómeno.

El GIEC tiene publicados tres informes, en 1990, 1995 y 2001, que confirman el papel del hombre en el calentamiento comprobado en el siglo XX.

Diversas medidas

Reducir el uso de las energí­as fósiles (petróleo, gas, carbón).

Disminuir las subvenciones a las energí­as fósiles e imponer una tasa carbono. La captura y almacenaje del dióxido de carbono, tecnologí­a aún experimental consistente en atrapar las emisiones de CO2 de las grandes instalaciones industriales y almacenarlas bajo tierra, ofrece un potencial «significativo» de aquí­ a unos 20 años, estima el GIEC.

Alentar las energí­as renovables

Favorecer el desarrollo eólico, solar, de la geotermia y otras energí­as limpias con ayuda de subvenciones, obligaciones reglamentarias o tarifas impuestas les permitirá ser competitivas respeto a las fósiles. A un precio del carbono situado entre 20 y 100 dólares la tonelada de CO2, las energí­as renovables podrí­an representar de 30 a 35% del aprovisionamiento en electricidad de aquí­ a 2030, según el documento.

Reducir la contaminación de los transportes

Reforzar las obligaciones de emisiones de CO2 para los vehí­culos, fomentar los transportes públicos y los medios de transporte no motorizados, aumentar las tasas de la compra de automóviles y los carburantes. A un precio de 25 dólares la tonelada de CO2, los biocarburantes representarí­an una parte de mercado del 10%, según el GIEC.

Edificios más ecológicos

El edificio es uno de los mayores emisores de CO2. Normas de construcción más severas, viviendas mejor aisladas, sistemas de calefacción y aire acondicionado más sobrios, permitirí­an importantes ahorros energéticos. Un 30% de las emisiones de CO2 debidas al sector de la construcción se podrí­an evitar de esta manera de aquí­ al 2020 con un beneficio, teniendo en cuenta la bajada de las facturas de calefacción/electricidad, según el documento.

Reducir las emisiones de la industria

Subvenciones, incentivos fiscales, certificados de emisiones de CO2 y mercados de permisos, como el mercado europeo del carbono iniciado por el protocolo de Kyoto, contribuyen a reducir las emisiones industriales.

Los acuerdos voluntarios entre los gobiernos y los industriales son «interesantes polí­ticamente» y permiten tomar conciencia de la contaminación por el carbono, pero la mayor parte no han supuesto reducciones significativas, según el documento.

Agricultura y bosques

Unos incentivos financieros permitirí­an modificar las prácticas agrí­colas y preservar los bosques. La vegetación absorbe el CO2 en la fase de crecimiento, después lo almacena, mientras que la desforestación vuelve a mandar cantidades importantes de CO2 a la atmósfera.