La Federación Internacional del Automóvil (FIA) modificó en profundidad las reglas del juego de la Fórmula 1 al anunciar este martes que podrían limitarse los presupuestos a partir de 2010 y que el campeón del mundo será el piloto que gane más carreras desde esta misma temporada.
Tras estudiar las propuestas de la FOM (Formula one management, la sociedad de Bernie Ecclestone que tiene los derechos de la F1) y de la FOTA (Federación de Escuderías) para reducir costes y aumentar el interés de la disciplina, la FIA, a través del Consejo Mundial reunido en París, dio un paso al frente.
Pero la FOTA, a través de su presidente Luca di Montezemolo, no tardó en manifestar su «disgusto y preocupación» por unas medidas «adoptadas de forma unilateral».
La principal decisión anunciada afecta a la atribución del título de pilotos. En lugar de premiar la constancia y la fiabilidad de los monoplazas, la FIA decide recompensar el número de victorias conquistadas para empujar a los pilotos a luchar por el triunfo en cada Gran Premio.
Si se hubiera aplicado el nuevo sistema el año pasado, no se habría proclamado campeón del mundo el británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes), que consiguió cinco victorias y ganó el Mundial gracias a un adelantamiento en la última curva de la temporada con el que pudo terminar quinto la carrera.
El brasileño de Ferrari Felipe Massa, ganador de seis Grandes Premios, incluido el último, y que perdió el título por un solo punto, se habría adjudicado el Mundial.
«Si dos pilotos o más terminan con el mismo número de victorias, el título se otorgará al que tenga mayor número de puntos», explicó no obstante la FIA.
El resto de la clasificación, de la segunda a la última posición, se calculará por el número puntos como hasta ahora.
Además, la FIA anunció que los presupuestos de las escuderías de Fórmula 1 podrían ser limitados a unos 33 millones de euros a partir de 2010 a cambio de una mayor libertad técnica.
«Los coches se reformarán menos detalladamente, ya que las escuderías no podrán gastar enormes sumas de dinero por ventajas minúsculas, por ejemplo, 1.200 dólares por una tuerca de una rueda que no será utilizada más de una vez», explicó Max Mosley, presidente de la FIA.
«Pero desde las tribunas o la televisión, los monoplazas no parecerán menos Fórmula 1 y harán el mismo ruido que los coches actuales, que son excesivamente caros», añadió.
En nombre de la FOTA, Luca di Montezemolo rechazó estas medidas asegurando que el calendario de la reforma «hace correr a la Fórmula 1 el riesgo de perder su esencia y sus principios» y pidió evitar los continuos cambios que puedan causar «confusión» y «perplejidad» entre «constructores, equipos, público y espónsors».
Los presupuestos de las escuderías para 2009, que no son públicamente conocidos, se evalúan entre los 100 y los 450 millones de euros, es decir, entre tres y catorce veces más que lo propuesto para 2010.
Aunque vaya acompañada por una mayor libertad técnica, esta reducción de costos parece limitar las opciones de las escuderías que decidan adoptarla.
Esta nueva medida sí que podría permitir que nuevos equipos como la escudería norteamericana US F1, de modesto presupuesto, integren el campeonato, reservado hasta ahora a los equipos más ricos.