La Cámara de Representantes revivió ayer un tema sobre el aborto que casi hunde la ley de asistencia sanitaria del presidente Barack Obama el año pasado, con una iniciativa que prohíbe que un plan de seguro regulado bajo la nueva ley cubra el aborto si alguno de sus clientes recibe subsidios federales.
Los proveedores que ofrecen la cobertura del aborto tendrían que poner en marcha planes idénticos, pero que no cubran el aborto, para participar en los intercambios de seguro de salud que se crearán con la nueva ley.
Es improbable que la legislación, aprobada con 251 votos a favor y 172 en contra, sea considerada por el Senado de mayoría demócrata, además de que enfrenta una amenaza de veto del presidente Barack Obama. Pero da a los republicanos de la cámara baja, concentrados este año en los recortes del gasto y la reducción del tamaño del gobierno federal, una oportunidad para reafirmar su posición conservadora en los temas sociales. Los demócratas reprendieron a los republicanos por perder tiempo que sería mejor empleado en promover la creación de puestos de trabajo.
Los partidarios del proyecto de ley, incluido su autor, el representante republicano Joe Pitts, aseguran que están tratando de acabar con las lagunas en la ley de salud que podrían llevar a violaciones de la añeja prohibición a la financiación federal del aborto.
Los opositores advierten que a millones de mujeres de ingresos bajos y medianos que reciben subsidios parciales para comprar un seguro se les negaría la cobertura del aborto. Dijeron que es improbable que la mayoría de los proveedores establezcan dos planes diferentes, uno con cobertura del aborto.