La artista Tracey Emin ha vendido su cama, y las sábanas arrugadas, botellas vacías de vodka, colillas de cigarrillos y condones usados, fueron parte de un lucrativo acuerdo.
La obra de arte de Emin, «My Bed», se vendió en 2.54 millones de libras (4.4 millones de dólares) ayer en una subasta en Londres, más del doble de los estimados y cuatro veces el récord anterior de la artista.
Emin, que ha sacado provecho a su tumultuosa vida personal con la venta de algunas de sus obras más conocidas, asistió a la subasta y sonrió cuando concluyó la venta.
Las obras fueron vendidas por el coleccionista Charles Saatchi, quien apoyó inicialmente a Emin y a otros artistas modernos británicos.
La casa de subastas Christie’s no identificó al comprador. Pero su jefe de arte contemporáneo, Francis Outred, dio a entender que era una institución al decir que la cama fue a parar a «un lugar importante».