El presidente Mauricio Funes, de El Salvador, cambió, de nuevo, su versión sobre el tema del diálogo de la lucha contra el narcotráfico. Esta vez, dijo que la agenda pactada para la Cumbre de Presidentes del sábado pasado fue modificada por el mandatario guatemalteco, al girar en torno al tema de despenalizar las drogas.
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La primera vez que hubo contradicción en la opinión de Funes fue cuando vino a Guatemala y apoyó la moción de Otto Pérez Molina de despenalizar las drogas. Sin embargo, al llegar a su país, rectificó y aseveró que estaba en desacuerdo.
PRESIDENTE POCO SERIO
“El presidente Funes ya sabemos que cambia de criterio cada diez minutos”, dijo Pedro Trujillo, director del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Francisco Marroquín quien, además, calificó al mandatario salvadoreño como “poco serio”, y que “no tiene las ideas claras”.
El cambio de agenda, “parece una excusa para no dar la cara frente a su electorado”, agregó. Y si no estaba clara, para eso están los ministros de Relaciones Exteriores, dijo.
“Lamento el caso del El Salvador, en términos de que han de existir presiones internas y externas que le dificultan definir con claridad su política exterior”, señaló Geidy De Mata, directora de la Escuela de Ciencias Políticas de la Usac.
“Cuando un Presidente se compromete, se compromete”, destacó Trujillo, y el tema de la agenda es una excusa para no cumplir, producto de presiones de Estados Unidos o las fuerzas políticas internas.
Con el resto de Presidentes que no asistieron el sábado a Antigua Guatemala agregó que “hubo presiones que han podido más que los compromisos que habían asumido”, pero que si estuvieron los de Costa Rica y Panamá, a quienes siempre se les pide participación en temas importantes, se debe considerar un éxito.
DEBILITA REGIÓN
Raquel Zelaya, de Asíes, resaltó lo “poco prudente” y “extralimitado” de las declaraciones de Funes, pues considera que pude hablar en su nombre, pero no en el de los otros presidentes, pues éste dijo que se puso de acuerdo con los mandatarios de Honduras y Nicaragua para declinar su participación en “Nuevas Rutas contra el Narcotráfico”.
“Lo que pareciera más evidente, es que son gobiernos más proclives a alinearse con Estados Unidos que con una Centroamérica que quiere ver cómo no sigue poniendo los muertos y pagando la guerra del narcotráfico”, dijo la experta.
“Ellos debilitan decisiones regionales”, pues no propician ambiente de diálogo, aunque a las cumbres no siempre llegan todos los convocados, señaló.
Sandino Asturias, del Centro de Estudios de Guatemala, dijo que se debe respetar la institucionalidad del SICA, para abordar el tema, situación que considera no se ha hecho, además de intenciones de Pérez Molina de ser el abanderado de la iniciativa.