Hace unas semanas tuvimos la dicha de ayudar a nuestros hijos y nieta, a mudarse de Colorado a Florida. Una aventura que cubrió ocho Estados, cuatro bajo fuerte tormenta de nieve y una distancia de mil ochocientas millas recorridas en cuatro días. Al terminar con excelencia su Ph.D en Biología Molecular, nuestra nuera Sonia Tusell de Wennier fue seleccionada para formar parte del equipo de investigación en el Centro de Investigación Científica de la Universidad de Florida en Gainsville. ¡Felicitaciones! Nuestro hijo, Raymond John, ha estado trabajando en un hospital veterinario por varios años, después de terminar su programa de estudios universitarios y ganar los «boards» del Estado de Colorado para ser un Técnico Veterinario Certificado. í‰l también fue seleccionado para trabajar en el Departamento de Anestesiología del College of Veterinary Medicine de la misma universidad. A él también ¡Felicitaciones!
El fin de semana siguiente del arribo a Florida, fuimos al «Magic Kingdom» de Disney en Orlando. Nadie discute el hecho de que ese lugar de entretenimiento es realmente un espectáculo con todas las características de calidad. Me explico: Todas las actividades están centradas en la persona para que pueda sentirse parte de ellas. En la realización de las mismas, los personajes tienen que estar bien preparados en todo lo que hacen, cantar, hablar, actuar, gesticular para comunicar un mensaje y sobre todo, lograr la meta, la razón detrás de la actividad; por ejemplo: «Dreams are real» (Los sueños son reales) y «Believe» (Creer) para sobreponerse a los obstáculos. Definitivamente, para que los espectáculos tengan éxito es necesario trabajar en equipo, quienes están a la vista y los que permanecen tras bambalinas. Estoy seguro que periódicamente hay sesiones de equipo para evaluar cómo se está trabajando y qué sugerencias dar para mejorar el espectáculo.
Para que niños y adultos no se aburran en una actividad, éstas son cortas, van de diez a treinta minutos máximo, apoyadas por fuerte colorido, música que provoca moverse y de hecho muchos lo hacen. La participación de cada persona presente es solicitada en forma amena, nadie se siente amenazado y de esa manera se motiva a participar. Al terminar, todos los asistentes comentan de una u otra forma la actividad por su presentación integral y multisensorial, todos la recuerdan y hablan del mensaje. En este caso los sueños se vuelven reales y se cree en uno mismo para sobreponerse a los obstáculos en la vida. ¡Qué maravilla! Qué manera más amena de aprender algo que nunca se olvidará. El Maravilloso mundo del Magic Kingdom de Disney ¡Qué calidad!
Traigo esto a colación, porque LA EDUCACIí“N DEBE SER UN ESPECTíCULO TODOS LOS DíAS. Lo anterior puede compararse a un aula en cualquier escuela del país. Si lo hacemos conscientemente, ¿Cuál sería el resultado? Estimado lector, es aquí donde hay que hacer una pausa en la lectura de este artículo para pensar, visualizar y hablar sobre todos los actores en el PROCESO educativo y cómo se está realizando dicha actividad formativa en todas las aulas de Guatemala, aun en las más alejadas.
La calidad educativa es compleja y muy distinta a lo que es calidad en una fábrica o industria. El niño, el adolescente, no es un «producto» al final de la línea de ensamblaje y pueda ser medido para ver si alcanzó la «calidad» para ser expuesto al público y ser compradop. Una industria puede controlar la materia prima y rechazar la que no tiene la calidad o uniformidad requerida para manufacturar un producto. El maestro no puede hacerlo; él ha de tratar a INDIVIDUOS con habilidades, madurez, salud, nutrición, hábitos, estabilidad familiar, herencia y todas las variantes que afectan al ser humano, diferentes, y tomarlas en cuenta a la hora de formarlos. Con este panorama, ¿Cómo explicamos la Calidad Educativa?
Continuará