El presidente Felipe Calderón dijo sentirse incomprendido en la lucha que su gobierno sostiene contra el narcotráfico y por la seguridad en México.
En una entrevista con Milenio Televisión, el mandatario dijo tener la conciencia tranquila porque ha hecho lo que considera que debía hacer, aunque no descartó que al término de su gobierno intentará recurrir a «revanchas» políticas en su contra.
Interrogado sobre si se va a quedar a vivir en México al final de su mandato el 1 de diciembre de 2012, Calderón dijo esa es su intención, aunque también dependerá de las condiciones de seguridad y del ambiente que exista entonces.
Calderón llegó al poder en diciembre de 2006 y ese mismo mes lanzó una ofensiva contra el crimen organizado que ha incluido el despliegue inédito de miles de soldados y agentes federales en zonas afectados por la violencia del crimen organizado.
Sin embargo, el despliegue de fuerzas federales no se ha traducido en una disminución de la violencia, la cual se mantiene en una espiral creciente en diversos lugares. Hasta ahora se han registrado más de 35.000 muertos.
«Â¿Se siente incomprendido en esta lucha?», se le preguntó a Calderón en una entrevista divulgada la noche del lunes y algunos de cuyos extractos fueron reproducidos el martes en el diario Milenio.
«Sí, francamente sí, porque es un tema difícil de comprender», dijo el mandatario mexicano.
Aseguró que contrario a lo que se puede pensar, hay «mucha gente» que apoya su estrategia, «quizá silenciosamente».
«Sé que hay una incomprensión; si pudiéramos explicarnos mejor, creo que la gente estaría no sólo más dispuesta a apoyar, sino podríamos avanzar mucho más rápido», señaló.
El presidente dijo que si bien su gobierno ha tenido importantes logros en su estrategia por la seguridad, como la captura de 21 de los 37 capos más importantes, no es ese tipo de cosas que la gente espera ver.
«Son logros, pero no son los que la gente necesita ver, lo que necesita ver es tranquilidad y paz en sus casas», comentó.
Aseguró que no se ve como un presidente que sea sometido a un juicio por los muertos que ha dejado la violencia atribuida al crimen organizado.