México tendrá a partir del 1 de diciembre una cartera de ministros del área económica de corte ortodoxo, encabezados por el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Agustín Carstens, como secretario de Hacienda.
«México necesita una economía que crezca más rápido, a tasas más altas y de manera más sostenida», dijo hoy el presidente electo Felipe Calderón, del derechista Partido Acción Nacional (PAN), al presentar a los seis ministros que integran su gabinete económico.
Agustín Carstens, quien el pasado 16 de octubre renunció al FMI para incorporarse al equipo de Calderón, tendrá la tarea de «lograr que la estabilidad económica se traduzca en crecimiento, en empleo y en el correspondiente abatimiento de la pobreza», declaró el mandatario electo a la prensa.
En la secretaría de Energía, sector en el que se destaca la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), de la que dependen las finanzas del país, Calderón nombró a la economista Georgina Kessel, quien venía desempeñándose como titular de la Casa de Moneda de México.
Kessel, que cuenta con un doctorado en la Universidad de Columbia de Nueva York, es la primera mujer que ocupa ese cargo en la historia de este país. La economista también fue funcionaria de Pemex y ex titular de la Comisión reguladora de Energía.
A su vez, al frente del Ministerio de Economía el político designó a Eduardo Sojo, ex integrante del equipo de asesores del presidente saliente Vicente Fox, y en la secretaría de Comunicaciones y Transportes a Luis Téllez, ex secretario de Energía y ex funcionario de la administración del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000).
Desde su posición como subsecretario de Agricultura, Tellez promovió el cambio a la legislación agraria en México, con lo que se concretaron las reformas iniciadas por el presidente Carlos Salinas (1988-1994) en materia de tenencia de la tierra.
Calderón destacó que su próximo secretario de Comunicaciones «conoce de primera mano las condiciones de competitividad de la inversión que se requieren para hacer de este el sexenio de la infraestructura».
Por otro lado, en el Ministerio de Trabajo estará el ex funcionario de Hacienda Javier Lozano, quien llevará una política respetuosa «de la autonomía sindical y de los derechos de los trabajadores», aseveró el presidente electo.
«Al mismo tiempo pugnará por cambios que impulsen la competitividad, la productividad y la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral», puntualizó Calderón.
Finalmente, el actual ministro de Turismo, Rodolfo Elizondo, repetirá en el cargo para darle «continuidad al esfuerzo realizado» en la administración de Vicente Fox, y para dar un nuevo impulso al sector que el gobierno de Calderón considerará «una prioridad para el desarrollo nacional».
Los ingresos por turismo en México representan la tercer entrada de divisas al país, después del petróleo y las remesas de los mexicanos en el extranjero.
El gabinete económico que acompañará a Calderón a partir del 1 de diciembre buscará «incrementar la competitividad del país», aseveró el político.
Se trata de lograr «un sistema tributario eficiente, un mercado laboral capaz de emplear la fuerza de trabajo disponible, un sector energético que obtenga de manera eficiente el máximo provecho de nuestros recursos naturales y un sector de telecomunicaciones dinámico y competitivo», añadió.
Todos los ministros, destacándose el de Hacienda, Agustín Carstens, se formaron en universidades privadas de México y de Estados Unidos.
El perfil del gabinete económico de Felipe Calderón es similar al del actual mandatario conservador Vicente Fox, y al de los ex presidentes Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, estos últimos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), formación que gobernó México durante 71 años hasta 2000.